Siempre se ha dicho que la mejor forma de que nuestros hijos se relacionen con otros niños/as, que aprendan a compartir y valorar su entorno, hagan amigos, que cuiden lo que les rodea, es enseñarlos desde pequeñitos; y el mejor sitio donde los niños/as pueden jugar «sin peligro» es en los Parques Infantiles, en las Zonas Deportivas, etc. Y así lo intentamos hacer, madres, padres, tutores, familiares…, llevamos a los niños/as a estas zonas, ellos juegan, se relacionan con otros niños/as y de paso nosotros también nos relacionamos, hablamos con otros padres… A veces nos quejamos de como están algunas de las instalaciones, que lo tendrían que arreglar, etc.., pero nunca o casi nunca hacemos nada, pensamos que los responsables de estas zonas, ya que son zonas INFANTILES-DEPORTIVAS, arreglarán desperfectos y elementos en mal estado. ¡Que equivocados estamos!, pueden pasar meses incluso años y los desperfectos seguirán estando. ¡Hasta que ocurren las desgracias!
Pues solo hay que echar un vistazo a las condiciones en que están algunas de las zonas infantiles-deportivas de nuestra ciudad, sobre todo el vallado, que suele estar roto y con muchos alambres en condiciones peligrosas. Y como muestra, no un botón sino dos botones. Uno en la zona deportiva del parque de la carretera de Toledo (parque del cementerio), pues tiene la alambrada del vallado destrozada y con más peligro que “un saco de bombas” por la cantidad de alambres sueltos que tiene. La segunda, la zona infanto-deportiva del paseo del Torreón, con la alambrada del vallado, en la entrada, también en pésimas condiciones.
Pues bien, el pasado sábado 24 de abril por la tarde, estaba mi hijo (de 10 años) jugando al fútbol en esta zona infanto-deportiva del Torreón, cuando al salir se enganchó la mano izquierda con uno de los múltiples alambres sueltos que tiene dicho vallado. El resultado fue un desgarro que le costó una sutura de catorce puntos desde la palma de la mano hasta el extremo del dedo corazón, además del enorme susto que se llevó y que nos llevamos.
Lo peor de todo es que gran parte de estos incidentes se podrían evitar, simplemente, con un mantenimiento regular y adecuado de estas zonas por parte de los miembros responsables de estas áreas. Si bien es verdad que todos estos desperfectos casi siempre son causa de actos vandálicos lo que no es normal ni lógico es que se queden sin solucionar durante meses, o incluso años.
Por último y como epílogo solo me queda por decir dos cosas. La primera dirigida a los ciudadanos, incluido a mi mismo: ¡sacudámonos esta dichosa desidia y actuemos cuando observemos peligro para nuestros hijos! La segunda se la dirijo a los dirigentes municipales y es la siguiente: Como la mayoría de mis conciudadanos pago religiosamente mis impuestos porque es mi obligación, por tanto pido y exijo que cuiden y garanticen la seguridad de nuestros hijos.
Pedro Barrera Galán – DNI: 5656980S