El encuentro anual juvenil de esperantistas procedentes de varios lugares del mundo y celebrado en Almagro durante todo el pasado fin de semana ha resultado un completo éxito en cuanto a organización y así lo han transmitido formalmente las diferentes delegaciones que han acudido a la cita manchega 
El secretario de la Asociación Manchega de Esperanto, Raúl Martínez Anguita ha recibido numerosas felicitaciones de un encuentro que ha cubierto las expectativas al albergar en Almagro a sesenta personas procedentes de diferentes lugares del mundo y que se han podido comunicar perfectamente en Esperanto, precisamente cuando se cumplen los 150 años de esta lengua que pretende ser común para toda la humanidad.
“Este tipo de encuentros sirven para demostrar no solo que el esperanto es una lengua fácil de aprender, sino que es una lengua viva porque la hablan personas de muchas zonas del mundo”. Durante este encuentro se han presentado dos nuevos libros: “Historia del Movimiento obrero esperantista”, de Antonio Marco Botella u editado en castellano y esperanto e “Historia del esperanto en Cataluña”, que también se ha presentado durante el encuentro.
Los encuentros juveniles de esperantistas pretenden aglutinar a la gente más joven que considera útil y desde luego posible conseguir que toda la humanidad hablara un idioma común, respetando sus lenguas de origen y sus particularidades.
La Asociacion Española de Esperanto, en la que se encuadra la asociación manchega, cuenta cada vez con mayor número de personas que defienden y practican el esperanto como lengua común. Durante toda la semana pasada, hasta el día del encuentro, ha permanecido abierta al público una exposición en el almacén de Fúcares, de Almagro, que ofrece un recorrido visual y escrito por la historia del esperanto en el mundo, desde su nacimiento a finales del siglo XIX, hasta nuestros días. Además se exponen obras literarias, música y otras artes que demuestran que, en efecto, es una lengua viva.
La Asociación Manchega de Esperanto depende de la Asociación española, y en los últimos cuatro años, desde que se creó en 2006, ha incrementado su actividad con la organización de otros encuentros esperantistas y el desarrollo habitual de cursos de esperanto en Ciudad Real capital y en Montiel, en donde participan, cada vez, más alumnos interesados en conocer y difundir una lengua que se aprende rápidamente y abre las puertas de la comunicación idiomática entre personas de procedencias diferentes en todo el mundo.
