El sindicato CSI·F en Caja Rural de Ciudad Real, que ostenta la representación mayoritaria de los 400 empleados de la entidad, denuncia que «los directivos de esta cooperativa de crédito han vuelto a demostrar su cicatera política de personal, haciendo devolver a sus empleados el adelanto del IPC del año 2009, una cantidad muy pequeña para las cuentas de la entidad, que ha preferido con ello sumarse al reducido grupo de cajas rurales que así han procedido. Sin alejarnos mucho, la Caja Rural de Toledo no ha detraído este adelanto a sus empleados».
«Caja Rural de Ciudad Real adelantó, en las nominas del año 2009, un 2% a cuenta de la subida del I.P.C, según lo acordado en el convenio colectivo en vigor»-explican desde CSI·F -«Hace dos meses, aproximadamente, se ha conocido la subida real del I.P.C. del año pasado, resultando ser un 0,80 %. La diferencia, un 1,20%, ha sido la cantidad adeudada a los empleados, cuando los directivos hicieron públicos los buenos resultados logrados en 2009, a pesar de la tremenda crisis que estamos atravesando, ya que en esos resultados, los trabajadores de la caja también han tenido que ver, así como los socios y clientes».
A la vista de los hechos, para CSI·F, queda clara la actitud de los directivos de Caja Rural para con sus empleados, a los que aplica una dura política de austeridad.
El primer sindicato en representación de Caja Rural de Ciudad Real es muy consciente de la delicada situación económica que estamos viviendo a nivel mundial, pero no comparte el hecho de que la austeridad económica se aplique sólo al colectivo de empleados, «mientras se destinan importantes cantidades de dinero a cuestiones de menor trascendencia para la entidad».