Zurriagazo: José Bono, el inefable, el tan pagado de sí, el que tiene más dobleces que la página del periodico de un jubilado, le ha regalado a su hijo un piso de un millón de euros. Se preguntarán, ¿y qué? Los tendrá. Claro, los tendrá y más. Pero, ¿no hemos quedado que la política no da para tantismo? Quien puede hacer un regalón de esa manera, es que tiene para dar y tapar. La crisis no es para las grandes fortunas. Y ahora la pregunta demagógica por antonomasia. ¿Cómo se puede ser socialista y multimillonario? Bono lo es, porque como queda dicho es inefable. Que infando es otra cosa.
Cataplasma: Con la que está cayendo el premio del día queda desierto. ¿Hay siete hombres justos por estos pagos? Hágannos sus sugenrencias.