Ante las declaraciones del consejero de Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José Valverde, sobre el ofrecimiento al Ayuntamiento de Ciudad Real, representado en su alcaldesa, para presidir el futuro Consorcio del Aeropuerto de Ciudad Real, desde este Consistorio se denuncia «la falta de mínimo respeto institucional al resto de entidades participantes en este importante proyecto».
«Cuando aún no se han definido objetivos ni fórmulas para la mejor gestión de la promoción turística de nuestra tierra a través de este Consorcio, la Junta se dedica al reparto de cargos»- afirman desde el Ayuntamiento. «La manera de actuar de la Junta de Comunidades, lejos de colaborar con la consecución de acuerdos que potencien la infraestructura aeroportuaria, plantea posturas estériles y del todo inoportunas que indican la poca importancia que se le da a esta iniciativa. Sin embargo, el Ayuntamiento de Ciudad Real considera que lo que se necesita es trabajo y coordinación de todos los implicados, estando fuera de lugar ciertas declaraciones o suspensión de reuniones. Se trata de un proyecto muy importante que puede generar riqueza en nuestra ciudad como instrumento para la promoción turística y económica de la que se puedan beneficiar los empresarios y hosteleros, de ningún modo se puede convertir en un instrumento para los enredos e imprecisiones de la Junta de Comunidades referentes a avales y “lotaus” que adolecen de falta de transparencia».
El Ayuntamiento capitalino asegura que «hasta la fecha se ha adaptado al método de trabajo que se ha impuesto, aunque desde esta institución se hubiera optado por otras fórmulas que ya manifestó hace más de un año y que fueron rechazadas por la propia Junta de Comunidades». En todo caso, lo que la institución municipal persigue es «que este tipo de organismos nazcan con la mayor transparencia y claridad, y garantizando el cumplimiento de los objetivos marcados, para evitar situaciones reprobables como la vivida en Puertollano con la fundación Virtus».
«En sus declaraciones, el consejero de Presidencia se irroga facultades en el Consorcio que no tiene, en contra de conversaciones mantenidas hasta la fecha o de borradores de estatutos estudiados, remarcando la prepotencia e inoperancia con la que se mueve la Junta con respecto a este proyecto, como ha pasado en la modificación de la LOTAU, que iba a solucionar todos los problemas, y hasta la fecha no sabemos porqué motivos se produjo tal reforma». Es por esto que desde el Ayuntamiento se cuestionan las razones de tal ofrecimiento, «que lejos de pretender desmarcar a este Consorcio de intereses partidistas, propone que la presidencia recaiga en un político, sin pararse a pensar lo idóneo de que este tipo de instituciones se rijan y controlen con carácter técnico y profesional».
«Lo que se espera de las administraciones es que éstas respondan a las necesidades de los ciudadanos», el Ayuntamiento espera que «la Junta de Comunidades no pierda más tiempo en defensa de intereses partidistas y se centre en solventar los problemas que su propia gestión, como administración responsable del proyecto, ha generado».