Puertollano volverá a vivir la Guerra de la Independencia el próximo fin de semana en una gran puesta en escena que se vivirá en el casco histórico de la ciudad. Esta iniciativa se lleva a cabo coincidiendo con la celebración del segundo centenario desde que un millar de franceses fueron expulsados del convento de San Francisco de Puertollano, que tuvo lugar el 18 de marzo de 1810.
La plaza de la Constitución y las calles Amargura, Calzada, Aduana y plaza de Villarreal serán los lugares en los que se desarrollará un mercado goyesco del 18 al 21 de marzo, que se convertirá en un buen atractivo turístico durante el próximo puente de San José y que cuenta con un presupuesto de 7.000 euros.
El concejal de festejos, Luis Miguel Ortiz, adelantó que participarán un total de un centenar de artesanos y se desarrollarán durante cuatro jornadas juegos infantiles, recreaciones con pasacalles, talleres experimentales de alambique, hilado y seda y telar, en recuerdo de la importante industria de paños que tuvo Puertollano en otros tiempos.
Desde la plaza del Ayuntamiento se realizarán visitas guiadas por el casco histórico, por miembros del colectivo Pa,lante ataviados de la época, que darán a conocer los enclaves más emblemáticos que existieron hace doscientos años.
Dos días de recreaciones históricas
No faltarán las recreaciones históricas, como la que se realizará el día 19 de marzo a las 13 horas en la plaza de la Asunción de la lucha de Ventura Jiménez y su cuadrilla frente a los franceses o la que se llevará a cabo el 20 de marzo, a las 18,30, 19,30 y 21 horas por la peña carnavalera «Los impresionistas de Argamasilla de Alba» del enfrentamiento entre bandoleros y franceses. Una actividad que también tendrá un trasfondo didáctico, ya que la Concejalía de Festejos para la ocasión un total de nueve paneles informativos, diseñados por Chema Gallardo, que darán a conocer a los visitantes al mercado goyesco cómo era Puertollano a principios del siglo XIX, su situación geográfica, callejero, la forma de vida, los principales edificios, economía y las diferentes etapas del conflicto bélico en nuestra comarca.
Previamente se ha realizado una labor de investigación y recopilación de información teniendo en cuenta las investigaciones de Miguel Fernando Gómez Vozmediano, Raúl Menasalvas, Francisco Gascón Bueno o Luis Fernando Ramirez.
Los puertollaneros podrán conocer que la calle Aduana se llamaba Triana, que Torrecilla recibía el nombre de San Agustín o que la plaza Villarreal fue bautizada entonces como plaza del León. La villa disponía de Ayuntamiento, Hospital de San Juan Bautista, Pósito, Carnicería, Palacio de la Encomienda, Peso Real y dos mesones.