La capacidad manipuladora de las encuestas no tiene límite, sobre todo si se suma a ellas la capacidad manipuladora de los partidos políticos que las encargan. Pero lo más grave es que piensan que somos estúpidos y nos las creemos.
Decir que en la Castilla-La Mancha de la Caja intervenida, de la LOTAU amiga, de aeropuertos privados a costa del contribuyente, de Fundaciones poco virtuosas, de autosubidas autocomplacientes de sueldo, de rémoras de corruputelas de ilustres socialistas, de paro, de décadas de satrapía socialista, van a volver los socialistas a ganar por la absoluta es dar por hecho que el elector castellano-manchego es una masa acrítica manejable. Máxime si añadimos el efecto Zapatero de quien los socialistas de la región deben estar encantados.
Las encuestas se hacen para meter vitamina al lider gobernante y meter el miedo en el cuerpo a la adversaria postulante. Lo único que sí puede resultar es que gane quien gane lo haga por mayoría absoluta por la manipulada ley electoral que nos aplicamos. Pero quien sabe, si esta vez , también falla al maleficio y la galleta se rompe por tres o cuatro partes. De momento, a las encuestas, le damos credibilidad cero, la misma que a quienes las encargan.
