MICIUDADREAL.ES entrevista a Miguel Rivera, cantante y guitarrista de Maga, ante el concierto que el grupo ofrece este sábado a las 22 horas en la sala Compay con Magnate de telonero
Tras cuatro años de silencio y doscientos mil rumores sobre su separación definitiva, Maga ha vuelto. Y lo hace con ‘A la hora del sol’, un disco que abre una nueva etapa del grupo. Esta noche actúan en la sala Compay a partir de las 22 horas, así que en MICIUDADREAL.ES hemos aprovechado para charlar con su cara visible, Miguel Rivera.
— Cuatro años sin nada nuevo. Os parecerá bonito…
— Bueno, digamos que, tras estos casi cuatro años desde que sacamos nuestro anterior disco, Maga ha cambiado a la par que nuestras personas, ha madurado con nosotros. Quizá parte de la inocencia de hace ocho años ha cedido un poco de terreno al desencanto y la ironía y otro poco a la alegría de vivir. El volver a tomar las riendas del grupo -tras un período de parón técnico obligado- nos devolvió la ilusión por hacer música y rejuveneció el espíritu de Maga. Y este espíritu revitalizado es el que subyace en ‘A la hora del sol’. Viéndolo con perspectiva creo que ha merecido la pena este tiempo de receso.
— ¿Qué tal la gira con Deluxe? Por lo menos estarías más relajado, ¿no? No tenías que componer tanto como en Maga, te venía todo un poco más dado…
— Estupendo, fue una experiencia enriquecedora y muy divertida. Poder ver las cosas desde la retaguardia te da una perspectiva diferente de este trabajo y todo lo que he aprendido me ha permitido afianzar el camino que quiero seguir.
— ¿Había mono de juntarse de nuevo después de tantos proyectos de cada uno por su cuenta?
— Sí, de hecho fue una de las principales razones por las que decidí volver a Sevilla después de tres años viviendo en Madrid.
— ¿Qué nos encontramos, grosso modo, en ‘A la hora del sol’?
— Este disco refleja nuestra tendencia de ir cada vez más hacia la sencillez, hacia el sonido crudo del grupo tocando en directo, y de expresarnos de una manera algo menos abstracta, más cotidiana. Ya habíamos hecho discos con producciones muy elaboradas y ambientes complejos. Esta vez queríamos que la grabación reflejara con total fidelidad el sonido del grupo tal cual, sin aditivos. Nos colocamos en la sala la banda al completo -Javi, Pablo, César y yo-, con nuestros instrumentos y nuestros amplis, sin separaciones, viéndonos los caretos como en el local de ensayo. Y así grabamos cada canción. Intentamos conservar las tomas en directo lo más intactas posible, añadiendo a posteriori sólo lo imprescindible en algunos temas.
Por supuesto, el gran responsable de que esto se vea fielmente plasmado en el disco ha sido Fabián Romero, nuestro técnico de sonido. En una grabación en la que primaba la naturalidad, era vital la presencia de quien mejor nos sabe hacer sonar. Aparte de todo esto, el proceso compositivo ha sido también diferente, más largo y relajado que en otras ocasiones. Nos hemos dado el placer de meternos a grabar canciones que llevábamos meses saboreando en directo y en el local de ensayo, cosa que generalmente no suele ocurrir hasta que no te metes en gira después de grabar un disco.
— Después de Maga I, Maga II y Maga III (o el disco blanco, el negro y el rojo), ¿por qué poner un título?
— Lo de los colores en realidad surgió de manera espontánea entre los seguidores del grupo cuando sacamos el segundo disco sin título, para distinguirlo del primero. Nos hizo gracia y empezamos a usar esto de los colores en las entrevistas para refererirnos a uno u otro disco. En realidad, ninguno de los tres primeros discos tiene título oficialmente.
Este disco representa el comienzo de una nueva etapa. Ha habido una serie de cambios en lo formal y en el fondo que son consecuencia directa del espíritu renovado del grupo. No ha sido premeditado el hecho de ponerle un título al disco, ha sido una necesidad. ‘A la hora del sol’ es una frase extraída de Canción para septiembre, una de las canciones del disco. Simboliza para nosotros el nacimiento de algo nuevo, el comienzo del día, de la luz después de la oscuridad. Desde luego este título sintetiza el momento del grupo tanto musical como personalmente.
— ¿Podemos englobar a los tres primeros discos dentro de una etapa y este cuarto disco dentro de otra distinta? ¿Qué ha cambiado en Maga desde los tres primeros hasta este disco?
— Sí, claramente nos encontramos en el comienzo de una nueva etapa tras la trilogía con la discográfica anterior. Para nosotros es un nuevo amanecer, cargado de ilusión y de renovada energía.
— A veces, cuando un grupo cambia de discográfica pero quiere mantener las formas y no criticarla, dice que “el grupo estaba creciendo más deprisa que la discográfica” para no quedar demasiado mal. ¿Os ha pasado algo así con Limbostarr?
— Bueno, básicamente ha sido como son todos estos asuntos burocráticos. Hubo una larga negociación en 2008 -que ayudó a ese receso al que nos vimos forzados- y finalmente llegó la resolución. Lo pasado, pasado está. Ahora nos interesa centrarnos sólo en el presente, que es lo que nos motiva realmente.
— Habéis sacado también edición en vinilo del disco. ¿Hace más ilusión ahora sacar este tipo de formato en lugar del CD?
— A nosotros sí. Somos compradores y defensores del vinilo a ultranza. Suenan mejor que los CDs y además, si tienen una portada brutal como la de este disco (obra de nuestro amigo el pintor manchego Juanmi Redondo) se disfruta mucho más viéndola en tamaño vinilo. Es más, para animar a la gente a que se compre la versión vinilo de ‘A la hora del sol’ hemos incluído Garagato un tema extra que sólo aparece en el vinilo y cuya letra nos la escribió Germán Coppini.
— Es de sobra conocida vuestra buena relación con la gente de Pink Satura. ¿Veremos alguna colaboración este sábado?
— Veréis a nuestro ilustre invitado, Paquito (Magnate), presentando sus nuevas canciones. He tenido el privilegio de escuchar algún anticipo y me han encantado.
