Diego Gallego defiende el proyecto de reforma de la Plaza de la Constitución

El arquitecto manzanareño Diego Gallego, miembro de “Restaura Manzanares” y autor del proyecto de reforma de la Plaza de la Constitución junto a su colega César Jiménez Almarcha, ha salido al paso de las críticas que se hacen a esta obra. La última ha sido la de Pablo Díaz-Pintado, que ha dimitido como presidente de esta asociación de conservación del patrimonio por discrepar con la reforma llevada a cabo en la plaza. 
Gallego respeta y lamenta la decisión de Díaz-Pintado. Reconoce que en el seno de “Restaura Manzanares” ha tenido desde el principio diferencias con el dimitido presidente respecto a la forma de actuar en un casco histórico o en edificios antiguos, algo “que enriquece el debate”, según el arquitecto. Frente a la postura más “conservadora y tradicional” del hasta ahora presidente, que aboga por recrear ambientes históricos sin admitir elementos actuales, Diego Gallego considera “conveniente y obligado” introducir “vocabulario” más moderno, como ha hecho en el proyecto “Ágora” de reforma de la Plaza de la Constitución.

“En el Siglo XXI no tiene sentido incorporar farolas Fernandinas, bancos de forja o empedrados como los que se ponían hace cien años. En el Siglo XXI vamos en vehículo, no a caballo o en diligencia, tenemos internet y móviles, y es compatible leer libros o periódicos. No por ello renunciamos a herramientas actuales tan útiles”, afirma el arquitecto, quien plantea que ocurre lo mismo en el caso de intervención en un entorno “siempre que no perjudiques el edificio antiguo que le da valor”.

Frente a las críticas concretas de Pablo Díaz-Pintado, Diego Gallego dice que la propuesta seleccionada tuvo que pasar el importante filtro de la Comisión Provincial de Patrimonio, formada por arquitectos, arqueólogos, geógrafos, historiadores y políticos, y que da el visto bueno a los proyectos que se presentan en un ámbito de protección como el de la plaza manzanareña. Es más, el arquitecto estima que una propuesta como la defendida por Díaz-Pintado “se hubiera denegado” en la citada Comisión.

Las obras de reforma de la plaza de la Constitución también han provocado muchas críticas por su duración y desperfectos. Incluidas en el Plan E del año pasado, tenían un plazo de ejecución de cuatro meses. Debían terminar en septiembre y aún no lo han hecho. Diego Gallego, como director técnico de la obra, achaca los retrasos a problemas de suministro de material y de elementos de mobiliario. De todas formas espera que todo esté resuelto para fin de mes, ya que las obras del Fondo Estatal de Inversión Local de 2009 deben estar terminadas a 31 de marzo.

Sobre los desperfectos en un buen número de losas, que continuamente aparecen rotas o partidas sobre el denominado “suelo técnico”, Gallego explicó que se debe a una partida de piedra caliza en malas condiciones con vetas que hacen que se fracturen fácilmente. Considera que el material es adecuado ya que las piezas que están en buenas condiciones se han comportado correctamente, por lo que se está a la espera de cambiar las defectuosas, con lo que la superficie dará las suficientes garantías. No obstante se realizarán pruebas de carga.

Otra crítica es sobre la poca iluminación. El arquitecto explicó que aún no han estado todas las luminarias funcionando simultáneamente, por lo que habrá que esperar al final de la obra para valorar su efecto. De todas formas dijo que la idea es la de potenciar la luz en los soportales y crear un ambiente menos luminoso en el resto.

En cuanto a lo estrecho que ha quedado el paso de vehículos delimitado con bolardos, Gallego dijo que se tomarán medidas, así como para evitar que se rompan arquetas con el tráfico. Dijo que en toda obra surgen problemas e imprevistos que espera se resuelvan en el mes que queda, al igual que ocurre en la fuente. A pesar de ello, considera que una vez terminada la obra, “la plaza recuperará su funcionalidad como espacio urbano”, y entiende que todas las molestias y problemas aparecidos no favorecen que la ciudadanía reciba el resultado con agrado .

Y es que esta obra, por su ubicación y trascendencia, y al estar abierta desde hace meses, es juzgada por la ciudadanía, algo “legítimo”, según Gallego, quien entiende la preocupación al ver que las baldosas se parten. En este sentido pide que se hagan las valoraciones cuando la obra esté terminada totalmente y con todos los problemas resueltos.

Futuro de “Restaura”

Finalmente, sobre el futuro de la asociación “Restaura Manzanares” tras la dimisión del presidente, Diego Gallego dijo que deberán reunirse, debatir el tema y tomar la decisión que los socios consideren. No obstante cree que “Restaura” debe continuar su importante labor en pro del patrimonio local y estar vigilante. Entiende que cuando pase la crisis volverá la presión sobre los edificios antiguos “y debe haber una asociación ciudadana como Restaura”.

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