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Villar del Pozo han sido ‘eliminada’ junto a Campo de San Pedro (Segovia) y Lomas de Campos (Palencia), ambos por remitir sus candidaturas fuera de plazo, Congosto de Valdavia (Palencia) por defectos formales, y Granja de Torrehermosa (Badajoz), al no constar el acuerdo correspondiente. Por el momento no han trascendido los motivos por los que se ha excluido a Villar del Pozo.
Tristeza para el alcalde; alegría para los vecinos
Esta noticia, que sin duda será negativa para el alcalde de Villar, Felipe Pulla, no lo es para los vecinos del municipio, que no veían con buenos ojos esta posible ubicación. MICIUDADREAL.ES ha hablado con varios vecinos de Villar del Pozo y las opiniones no podían ser más negativas. Caminando por las calles de la localidad, hablamos con un jubilado que ha salido, como el que no quiere la cosa, a nuestro encuentro. Nos cuenta, con cierto escepticismo, que no sabe si Villar tendrá o no el ATC, pero de lo que está seguro es de que eso a él no le hace demasiada gracia. No pasa más de un minuto hasta que otra vecina –Josefa Delgado- abre la puerta de su casa y se une a la conversación. Ella está aún más indignada: “Eso es una chaladura del alcalde [el popular Felipe Pulla], que hace lo que le da la gana sin hablar con nadie”. Les preguntamos si han hablado con él, a tenor de que no debe de resultar muy complicado en un pueblo tan pequeño. “Nosotros no tenemos nada que hablar con él. ¡Si además no vive en el pueblo! ¡Él vive en Ciudad Real! Él no ha hablado con nosotros, pues nosotros tampoco tenemos nada que hablar con él”.
Tampoco parecía convencer en Villar la promesa de Zapatero de los 300 puestos de trabajo. Y es que, aunque en el censo del municipio constan 110 habitantes, la realidad da otros datos: “En el pueblo no somos más de 50 personas, y todos somos jubilados. Sólo hay dos jóvenes, así que no queremos ni los trabajos ni el dinero”.
Pasamos a un centro público, donde nos miran con cierto recelo. No hace falta decirles por qué estamos allí: “Vienen por lo que quieren hacer en el pueblo”. En este sitio se respira una mezcla de apatía y desconfianza, y nadie quiere salir en la foto. Hablamos con Dulce, la presidenta de los jubilados, que parece más receptiva. Nos comenta, sin mojarse demasiado, que en el pueblo existe un poco de miedo por lo que puedan instalar: “Nosotros no sabemos ni entendemos de lo que nos vaya a pasar o lo que nos pueda venir, pero un poco de miedo sí que hay”.
Lo cierto es que el Ayuntamiento ya se había quedado solo frente al ATC. La Mancomunidad del Campo de Calatrava evitó crear una confrontación pública, pero sus municipios declararon públicamente su oposición. En Ciudad Real, a tan sólo 23 kilómetros de distancia, también se encendieron las alarmas: el Ayuntamiento de Rosa Romero se opuso frontalmente a esta instalación, mientras que la Junta de Comunidades, a través de su delegado en la provincia, José Fuentes, tachó de “disparate” esta iniciativa. Las Cortes Regionales, de mayoría socialista, también han aprobado su oposición al ATC, mientras que la presidenta regional del PP, María Dolores de Cospedal, se encuentra en un momento contradictorio (el llamado efecto Nimby): con la mano derecha apoya la energía nuclear, pero con la izquierda anuncia sanciones para los ayuntamientos ‘populares’ de C-LM que pidan el ATC.
En el pueblo no permanecen ajenos a estas discusiones, que conocen al dedillo. Dulce lo tiene claro: “La Junta no quiere el cementerio porque a ellos no les caen perras. Si les cayese algo, sí que lo apoyarían. Mira el Aeropuerto, qué poco tardaron en montarlo”. Sin embargo, y pese a que los vecinos de Villar del Pozo están inmersos en el debate, la apatía y la resignación se ha adueñado del pueblo, que no cree que se le vaya a tener en cuenta. Y así lo refleja una compañera de Dulce, que la interrumpe: “Tú puedes opinar lo que te dé la gana, pero lo que tú y yo digamos da igual, no vale nada, porque van a hacer lo que ellos quieran”.