Este Plan Energético ha conllevado, desde 2005, la realización de una auditoria energética en todo lo relacionado con el alumbrado público y ahora, cinco años después, “podemos decir que, tras el esfuerzo realizado en la localidad, entre el 30 y el 40 por ciento de las calles están iluminadas con tecnología mucho más limpia”, señaló. Hace años, las lámparas de las calles eran de vapor de mercurio y, hace cinco años, se sustituyeron por lámparas con tecnología de vapor de sodio, que ay suponían un importante ahorro energético. Sin embargo, en la actualidad y, a través del Fondo Estatal de Inversión Local, comenzará una sustitución paulatina de las lámparas por tecnología “led”. Así, será en Peralvillo donde se va a empezar a sustituir toda la luminaria por lámparas de leds. El concejal de Desarrollo Sostenible dijo que, con las lámparas actuales se ha establecido un consumo de 150 voltios por punto de luz, “mientras que los que vamos a instalar ahora va suponer un consumo de 50 voltios”, lo que supone una reducción del 70 por ciento. En la pedanía miguelturreña, la luminaria se compone de 32 puntos de luz y un cuadro que es necesario adaptar.
Por otra parte, Céspedes quiso puntualizar que los proyectos que se van a realizar este año a través del Plan E “son propuestas muy novedosas” que se van a aplicar a las diferentes calles de la localidad, en este caso la zona perimetral norte las rondas, donde se va a poner en marcha un sistema de telegestión de los recursos energéticos. La inversión para la implantación de este sistema es de unos 100.000 euros aunque no es necesario sustituir las lámparas de vapor de sodio. El concejal explicó que la telegestión es un sistema por el cual, a través de ondas de radio y un software informático, podremos saber el consumo de cada lámpara del alumbrado público, saber si alguna se ha estropeado y, lo que es más novedoso, controlar la potencia para reducirla o ampliarla dependiendo de la hora del día en que nos encontremos. Según expuso Julián Céspedes, “a ciertas horas la potencia tendrá que ser del cien por cien pero, a partir de determinada hora de la noche, esta potencia podrá reducirse sin que por ello baje la calidad visual de la calle, logrando un ahorro energético que oscila entre el 25 y el 40 por ciento”.
Para el edil, la telegestión es la mejor opción para lograr un consumo eficiente porque “aunque la inversión inicial es alta, las previsiones apuntan a un ahorro anual estimado de unos 15.000 euros, por lo que la amortización podrá conseguirse en un tiempo relativamente corto”. “Tampoco hay que olvidar – agregó- que dejaremos de emitir a la atmósfera entre 30 y 40 toneladas de CO2 anuales”.