El diputado regional Francisco Gil-Ortega advirtió hoy a Barreda que los ciudadanos de Castilla-La Mancha le están viendo su «doble cara», por un lado, explicó, en el ámbito familiar, «cuando su mujer y él votan de forma distinta en la ubicación del ATC y, por otra, la del ser socialista y ser señorito y señor feudal».«Tampoco en estos cuatro años ha habido ninguna diputada, incluida Clementina Díez Baldeón, que haya hecho alguna alusión de que no quería el ATC en Castilla-La Mancha», aseguró. Algo que, a juicio de Gil-Ortega, pone de manifiesto la «hipocresía de José María Barreda, porque, por un lado su mujer dice que sí y él dice que no en Castilla-La Mancha. Se reparten los papeles y a seguir, cada uno dice una cosa en un sitio. Convencemos a ZP, por un lado, y a una parte de los ciudadanos de la región, por otro», lamentó.
Asimismo, el parlamentario regional quiso recordar una frase de Barreda de la semana pasada en la que decía que «en mi hambre mando yo». Para el popular, una frase a través de la que Barreda decía que «en Castilla-La Mancha mando yo y hago lo que me parece bien, lo que me da la gana», denunciando que se trata de lo que hacían antes los señores feudales.
En este sentido, Gil-Ortega advirtió a Barreda de que mandará sólo en la suya, «porque en la mía no y en la de Castilla-La Mancha tampoco», ya que, añadió, «tiene un compromiso y un mandato para que gobierne esta región, no para que se adueñe y se haga con ella».
Sobre el problema que realmente preocupa, el paro
El dirigente político, que explicó que el Partido Popular no votó la resolución del PSOE porque «era antinuclear», ya que Barreda llevó el pánico a las Cortes y un «miedo infundado que quería transmitir a toda la población», reprochó a los socialistas de la región que, «sabiendo de la importancia del paro», el PP pidió un Pleno extraordinario para hablar y ofrecer propuestas para crear empleo y «a Barreda no le pareció interesante que saquemos a relucir esos 200.000 castellano-manchegos sin trabajo». «Le parece más importante hablar de algo que le preocupa infinitamente menos a los ciudadanos como es el ATC», apostilló.
En este sentido, Gil-Ortega señaló que cada vez que se acerca el día 30 del mes, tanto el Gobierno Zapatero, como el de Barreda, «intentan sacar temas para enmascarar lo que realmente preocupa a la sociedad, explicando que en enero, como por todos es sabido, era el paro». Pero para que no se hable, añadió, «ZP saca las pensiones y Barreda el ATC».
No obstante, Gil-Ortega cree conveniente que se sepa y no se olviden «las noticias espeluznantes» que están sucediendo en torno a este tema, lamentando que en enero «hemos batido todos los record» con cerca de 4,5 millones de parados en España, 1.200.000 familias con todos sus miembros en paro y en Castilla-La Mancha cerca de 200.000 parados, de los que más de 50.000 pertenecen a Ciudad Real. «Algo de lo que los socialistas no quieren hablar», criticó.
Para el popular, el hecho de que se anuncie que en 2010 podremos alcanzar los 5 millones de parados en España o que Barreda dijera que iba a crear 90.000 empleos y, no sólo no lo ha hecho, sino que ha sumado 100.000 parados más, «pone de manifiesto la incapacidad de los socialistas para gobernar».
Competencia del Gobierno de Zapatero
En referencia a la energía nuclear, Gil-Ortega explicó que al PP le «parece necesaria, limpia y no se puede dejar a un lado, como tampoco se debe de hacer con otros tipos de energía como las renovables, alternativas», pero explicó, de nuevo, que la competencia de asignar un ATC en cualquier lugar de España es del Gobierno de la Nación.
A este respecto, Gil-Ortega aclaró que se trata de un asunto que no se decide «ni en un día, ni en un mes», explicando que Enresa lleva más de 20 años haciendo estudios geológicos para buscar el lugar adecuado para el ATC y, por eso, añadió, «ahora no puede venir cualquier pueblo a decir yo lo quiero». «Lo puede pedir, pero no entra dentro de los cálculos de Enresa», apostilló.
El parlamentario se atrevió a asegurar que la decisión de dónde va a ubicarse el ATC, el Gobierno ya la tiene tomada, criticando que «ha buscado este circo para que, en lugar de ser responsabilidad del Gobierno, que es quien tiene que tenerla, la tengan los municipios al haberla pedido». Para Gil-Ortega, «aquí pasa algo raro y el Gobierno de España se ha aprovechado de la miseria y del paro de algunos pueblos pequeños para intentar evadir su responsabilidad».
Finalmente, el dirigente político aseguró que Barreda también se ha vuelto a equivocar llevando este debate a las Cortes regionales, porque «es inconcebible cómo podemos estar gobernados por personas irresponsables, como Barreda y ZP, que utilizan los medios, las Cortes, para sacar sus cosas adelante, sin mirar el bien el general, sino el bien particular».
Además, aclaró que el Partido Popular no quería el ATC en ninguna de las tres provincias, porque los pueblos no reunían «lo que dice la resolución que tiene que haber para que se otorgue», además de los estudios geológicos «necesarios y fundamentales» y el consenso social, jurídico y constitucional. Sin embargo, aseguró que su formación deja las puertas abiertas «porque no somos antinucleares».
