El diputado regional y portavoz en Ordenación del Territorio y Vivienda de las Cortes de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, ha denunciado que Barreda se ha convertido en el presidente regional que ha provocado que nuestra región se sitúe en el centro del mapa de la corrupción en España, contribuyendo al oscurantismo, la especulación y el “amiguismo publico”.
Marín ha manifestado que Barreda es sinónimo de “oscurantismo y mentira” en su relación con El Pocero y el caso de Seseña, unido a los casos de sus conocidos promotores del Aeropuerto de Ciudad Real, del Reino de Don Quijote, de beneficiarios de los 20 créditos irrecuperables apadrinados por su Gobierno y que forzaron la intervención de CCM por parte del Banco de España, además de su invento de las Viviendas de Iniciativa Público Privada por la que elimina el riesgo empresarial a otra veintena de promotores al comprárselas a un precio muy superior que las protegidas.
Todo ello, afirma el parlamentario popular, confirma y hace de Castilla-La Mancha el blanco de todas las sospechas de corrupción y presuntos tratos de favor. Un ejemplo lo constituye, detalla Marín, el Programa de Actuación Urbanizadora (PAU) de El Quiñón de Seseña , al comportar una reclasificación de suelo rústico a urbanizable que requería de dos informes favorables previos: el de la Comisión Provincial de Urbanismo y el de la Consejería de Medio Ambiente, dirigida entonces por Alejandro Alonso y que se “turbo tramitó” por el gobierno de José Mª Barreda en tiempo record, sólo en siete días. Con el agravante de que, además, se ha denunciado públicamente el presunto cobro de una comisión de 700.000 euros por parte el ex alcalde socialista de Seseña, José Luis Martín.
Ninguna de las 5 provincias escapa a la corrupción socialista
Unos presuntos tratos de favor y comisiones que no acaban ahí y que en los últimos días se han dado a conocer con otros importantes políticos del PSOE en la región, muy relacionados con el propio Barreda: Mario Mansilla en Fernán Caballero, Luis Muelas en Cuenca, Diego Garcia Caro en Hellín, Luis Padrino en Almoguera Guadalajara o el grupo municipal socialista en Chozas de Canales que ha aprobado un PAU declarado nulo por los tribunales.
Finalmente, el también secretario general del Grupo Popular de las Cortes de Castilla-La Mancha, manifestó que el Partido Popular quiere resaltar que las actuaciones irregulares y corruptas de unos pocos no pueden extender un manto de descrédito para la política y los políticos. “Una generalización del desprestigio de la práctica política y del ejercicio del gobierno no es ni justa ni buena para la democracia española”, aseguró Marín.
Todo ello, afirma el parlamentario popular, confirma y hace de Castilla-La Mancha el blanco de todas las sospechas de corrupción y presuntos tratos de favor. Un ejemplo lo constituye, detalla Marín, el Programa de Actuación Urbanizadora (PAU) de El Quiñón de Seseña , al comportar una reclasificación de suelo rústico a urbanizable que requería de dos informes favorables previos: el de la Comisión Provincial de Urbanismo y el de la Consejería de Medio Ambiente, dirigida entonces por Alejandro Alonso y que se “turbo tramitó” por el gobierno de José Mª Barreda en tiempo record, sólo en siete días. Con el agravante de que, además, se ha denunciado públicamente el presunto cobro de una comisión de 700.000 euros por parte el ex alcalde socialista de Seseña, José Luis Martín.
Ninguna de las 5 provincias escapa a la corrupción socialista
Unos presuntos tratos de favor y comisiones que no acaban ahí y que en los últimos días se han dado a conocer con otros importantes políticos del PSOE en la región, muy relacionados con el propio Barreda: Mario Mansilla en Fernán Caballero, Luis Muelas en Cuenca, Diego Garcia Caro en Hellín, Luis Padrino en Almoguera Guadalajara o el grupo municipal socialista en Chozas de Canales que ha aprobado un PAU declarado nulo por los tribunales.
Finalmente, el también secretario general del Grupo Popular de las Cortes de Castilla-La Mancha, manifestó que el Partido Popular quiere resaltar que las actuaciones irregulares y corruptas de unos pocos no pueden extender un manto de descrédito para la política y los políticos. “Una generalización del desprestigio de la práctica política y del ejercicio del gobierno no es ni justa ni buena para la democracia española”, aseguró Marín.
