Continúa la formación indicando que las declaraciones sobre esta cuestión de Barreda y Cospedal no son sino fruto del electoralismo en que están sumidos los dos grandes partidos y de las contradicciones existentes en función del territorio que gobiernan, así los responsables de sus partidos defienden sobre esta cuestión unos planteamientos en el Estado, otros en unas Autonomías y los opuestos en otras, a fin de contentar a su supuesto electorado y evitar un posible desgaste político, enmascarando en definitiva su incapacidad política mediante declaraciones demagógicas carentes de cualquier rigor técnico.
Para UPyD, la polémica sobre la ubicación del ATC no deja de ser un ejemplo más de la falta de política de Estado por parte del gobierno socialista, debiendo ser el Gobierno de la Nación quien primero informe a la ciudadanía de cuales son las razones objetivas para la construcción de esta instalación y segundo que tome la decisión de elegir el emplazamiento entre uno de los que lo han solicitado y en base únicamente a los criterios técnicos que fije la empresa nacional de residuos radiactivos (ENRESA) y no a presiones de los barones territoriales de su partido.