Cientos de familias y grupos de amigos se daban cita en la noche del sábado fieles a una tradición que cada año sigue congregando a gente de todas las edades en torno a una hoguera, y que en esta ocasión no ha sido menos.
En la mañana del domingo, la fiesta de San Sebastián continuaba con el tradicional salto de la comba al que asisten cada año familias y amigos también en la Plaza de El Arenal donde todavía se podían ver los restos de las hogueras de la noche anterior y donde también se pueden degustar los típicos barquillos propios de esta fiesta de invierno. Algunos asistían por primera vez y otros lo hacían acompañando a sus hijos para transmitirles esta tradición con la que ellos llevan cumpliendo desde la infancia.
La jornada finalizaba con la procesión que, como es habitual, salía de la parroquia de Santa Quiteria cerca de la una del mediodía para cumplir con la costumbre de que el santo vuelva a la ermita acompañado por los fieles, la banda de música y un grupo de jinetes.