En la actualidad, este porcentaje alcanza el 79% y está previsto llegar en 2012 al 98 por ciento.
La medida, que ya cuenta con el visto bueno del Consejo Regional del Agua, el Consejo Asesor de Medio Ambiente y el Consejo Regional de Municipios, contempla una inversión de 928 millones de euros para la construcción de nuevas instalaciones como plantas depuradoras y colectores y que se han establecido en función de las necesidades de depuración y la estimación de crecimiento de la población en la región.
A esos casi 930 millones de euros, destinados a inversiones hidráulicas, hay que sumar otros 74 millones anuales dirigidos íntegramente a la gestión y el mantenimiento de esas infraestructuras por lo que, en definitiva, serán más de 1.000 millones destinados a tener “mas agua, más limpia”.
Isabel Rodríguez aseguró que este Plan da cumplimiento a la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea, alcanzando así los objetivos de calidad exigidos por las disposiciones legislativas vigentes, tanto en el ámbito europeo y nacional como regional, para que las aguas residuales alcancen los objetivos ambientales de protección de este recurso.
La portavoz del Gobierno regional aseguró que “es una prueba de que, cuando exigimos agua en calidad y en cantidad suficientes, no se lo estamos exigiendo a otros territorios, nos lo estamos exigiendo a nosotros mismos, estamos trabajando desde dentro, garantizando que el agua que tenemos sea de la mejor calidad para nuestros ciudadanos y para nuestro desarrollo”.
Rodríguez añadió que el Gobierno de Castilla-La Mancha es consciente de que por mucho que sea el esfuerzo para mejorar las infraestructuras hidráulicas en nuestra Región, para proteger el medio ambiente, para garantizar la calidad de nuestras aguas, hay que hacerlo “porque es necesario, es imprescindible” y argumentó que “como lo estamos haciendo, como estamos mimando, cuidando el agua que nos llega de de nuestros ríos, entendemos que son justas las exigencias cuando hablamos de la necesidad de agua para Castilla-La Mancha, la razón nos la da el uso racional de la misma”.
Para cumplir estos objetivos este Plan apuesta por medidas como la adecuación de los sistemas de depuración según las necesidades de cada municipio; la reutilización de esas aguas depuradas garantizando la calidad de las mismas; medidas para la recogida de aguas pluviales a través de tanques de tormenta que minimizan posibles cargas contaminantes o sobre la gestión de vertidos municipales y relativas a la gestión de fangos.