Estos datos han sido aportados por el consejero de Salud y Bienestar Social, Fernando Lamata, que ha inaugurado hoy en Toledo, acompañado por el director general de Familia, Hugo Muñoz, la I Jornada Regional sobre este tipo de recursos, con el objetivo de consolidar y unificar los protocolos de trabajo recogidos en la Guía de Intervención Socioeducativa, publicada recientemente por su departamento, a fin de prestar la mejor atención posible a las familias y adolescentes que acuden a estos centros e iniciar una línea de formación para los profesionales que forman parte de esta red.
El primero de estos centros se puso en marcha en Toledo en 2001. Los centros son gestionados en su mayoría por los ayuntamientos y, en menor medida, por entidades sin ánimo de lucro.
Además de dos centros en Toledo, hay también en Illescas (Toledo), La Puebla de Almoradiel (Toledo), Sonseca (Toledo), Talavera de la Reina (Toledo), Villacañas (Toledo), Alcázar de San Juan (Ciudad Real), Puertollano (Ciudad Real), Guadalajara, Azuqueca de Henares (Guadalajara), Albacete, Almansa (Albacete), Villarrobledo (Albacete), Cuenca y Tarancón (Cuenca).
El Gobierno de Castilla-La Mancha destinará este año algo más de dos millones de euros para el funcionamiento de estos dispositivos y la apertura de los nuevos centros previstos en las provincias de Albacete y Ciudad Real, lo que supone un incremento del 15% con respecto a 2009.
El Centro de Día de Atención a la Familia y Adolescencia es un servicio social de atención especializada de acceso gratuito y voluntario dirigido tanto al entorno familiar normalizado como al que se encuentra en situación de riesgo o desventaja social, bien por circunstancias de carácter personal, familiar o del entorno que perjudican el desarrollo personal o social del menor, llevando además a cabo una labor de apoyo y seguimiento a las familias de estos jóvenes.
Lamata ha recordado que estos centros forman parte de los distintos dispositivos que dispone el Gobierno de Castilla-La Mancha para el abordaje integral de los problemas de convivencia familiar que afectan principalmente a los menores de edad y en el que trabajan casi 900 profesionales, que tienen entre sus funciones detectar situaciones de dificultad de las familias e intervenir de manera eficaz. En esta tarea de detección y derivación a los dispositivos de apoyo colaboran los profesionales educativos y sanitarios.
También ha señalado el responsable regional al centenar de profesionales que desarrollan su labor en estos centros y que han asistido a la jornada que la atención integral a las familias será uno de los ejes transversales del futuro Plan de Salud y Bienestar Social 2011-2020 que está preparando su departamento y que tiene como principal objetivo desarrollar en el próximo decenio un nuevo modelo sociosanitario para Castilla-La Mancha.
