Por otra parte, la AUAV denuncia la subida de estos trenes AVANT en más del 5% sobre los precios de 2009, lo que considera abusivo por parte de RENFE, ya que ello supone un incremento de más de seis veces la variación del IPC de 2009 (que alcanzó el 0,8%) y, teniendo en cuenta, que para 2010 el incremento de los salarios estará entre un 0,3%, que es la subida prevista para los empleados públicos, y el 1,5%, que es la estimación más favorable para el resto de trabajadores. Esto representa una importante pérdida del poder adquisitivo de los viajeros que acumulada a la producida en los últimos cinco años, hace, que este servicio, sea económicamente insostenible para la mayoría de los usuarios.
En 2004, los usuarios habituales de este servicio, (en el trayecto Ciudad Real-Madrid o viceversa), pagaban por los viajes de lunes a viernes de los 11 meses laborales del año, entre 3.504,60 y 3.640,89 euros anuales, estando incluido, en dicho importe, el uso del servicio de cercanías en Madrid y el aparcamiento en Ciudad Real o Madrid. En 2010, para esos mismos días y prestaciones, cada usuario paga a RENFE y ADIF 5.445,55 euros anuales, lo que supone un incremento del 55%. Sin parking, el importe medio es de 4.808,93 euros anuales, con un incremento del 35%. En ese mismo periodo (2004-2009), los salarios subieron un 21% y el IPC acumulado, fue del 18%, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Además, todos los pasajeros del servicio AVANT, que tengan cualquier pequeño retraso a partir del 1 de enero de 2010, habrán de pagar, por su cambio de billete, el 100% de su valor, cuando hasta el 31 de diciembre abonaban el 20% del mismo, como así sigue aplicándose en 2010, en el resto de servicios AVE. Por otra parte, a los viajeros frecuentes o esporádicos de este servicio, la subida, solo en 2010, con respecto a 2009, les ha supuesto un aumento del 18,12% en el billete de ida y vuelta del mismo día.
El deterioro de este servicio, en el último año, es notorio. Primero, se suprimió el servicio de anulación telefónica en los AVANT, curiosamente, al mismo tiempo que se implantaba para el resto de servicios de Alta Velocidad. Después, la Tarjeta Plus, dejó de ser al portador y ha pasado a ser nominativa, sin que se minorara el precio, como corresponde por la restricción de uso que supone este nuevo sistema. A continuación, se eliminaron hasta tres servicios diarios, seguramente por la falta de viajeros, sin tener en cuenta las necesidades de los usuarios (esto se podría haber resuelto reduciendo algunas composiciones dobles, en vez de con la supresión de trenes, lo que ha aumentado el intervalo de tiempo entre servicios). Asimismo, en los últimos tres meses del año, se han producido retrasos en todos los servicios, en algunos casos de más de una hora, debido a averías provocadas por el desgaste prematuro de piezas de los motores y de las transmisiones de los trenes, situación que actualmente se mantiene.
Por último, ante los muchos incidentes y reclamaciones, RENFE ha suspendido el compromiso de puntualidad irregularmente, en algunos casos, y, en estos momentos, dificulta, cuando no impide, la devolución al viajero del importe del billete por aplicación del compromiso de puntualidad adquirido con sus clientes.