El ductus arterioso persistente es una comunicación entre la aorta y la arteria pulmonar. Cuando el feto se encuentra en el vientre de la madre es necesario que esa comunicación esté abierta para que a través de ella pase la sangre hacia la placenta para su oxigenación. Cuando nace el bebé esa comunicación debe cerrarse y, como ocurre en la mayoría de los casos, se realiza espontáneamente en los primeros días de vida.
Si el cerramiento no se produce de manera natural, el flujo de la sangre de la aorta a la arteria pulmonar y a los pulmones, produce sobrecargas al pulmón y al corazón, aumentando el deterioro de estos órganos, que pueden llegar a producir insuficiencias cardiacas e hipertensión pulmonar.
El cierre del ductus se realiza implantando un dispositivo oclusor que consiste en introducir a través de un catéter un dispositivo que permite el cierre de la comunicación entre la aorta y la arteria. Este dispositivo oclusor, es una especie de doble disco que, a través de unas vainas, se implanta en la zona de unión, sellándola para evitar que haya paso de sangre.
A lo largo del 2009, el servicio de Hemodinámica ha practicado varias técnicas novedosas para reparar patologías estructurales cardiacas, entre ellas una intervención pionera como el cerramiento del foramen oval permeable, que soluciona problemas de embolia, e infartos cerebrales.
La plantilla de la Unidad de Hemodinámica del Hospital General de Ciudad Real, está compuesta por tres facultativos, tres enfermeras, tres auxiliares de enfermería, un auxiliar administrativo y un celador.
El equipamiento del área consiste en una mesa de exploración, un equipo intensificador de rayos, un sistema de poligrafía computerizada para monitorización de constantes y registro de presiones, un sistema de registro digital de imágenes para realizar técnicas diagnósticas e intervencionistas, inyectores de contrastes y diverso material específico como catéteres, balones de dilatación y stent.
