Los objetivos de esta campaña de control son verificar el correcto cumplimiento de las obligaciones y deberes impuestos por la legislación en materia de rebajas y comprobar que todos los comercios y tiendas mantienen los niveles exigibles de calidad de los productos rebajados.
Se hace especial hincapié en inspeccionar si se cumple con la obligatoriedad de consignar los precios de los productos anteriores a las rebajas y el precio con descuento y que los artículos que se ponen a la venta en este periodo son los que ya formaban parte de la oferta habitual del establecimiento.
El director del Instituto de Consumo, Jesús Montalvo, ha querido recordar a los consumidores que “el período de rebajas supone una reducción del precio de los artículos que no implica en ningún caso una rebaja en la calidad de los productos y por eso, trabajamos para que también durante esta época se respeten los derechos de los consumidores y usuarios de nuestra región”.
En este sentido, el Instituto de Consumo quiere reiterar a los consumidores y usuarios castellano-manchegos que durante el período de rebajas pueden pagar con tarjetas de crédito siempre que el establecimiento admita esta forma de pago durante la temporada habitual.
El organismo regional recomienda también conservar los recibos de las compras pues son los documentos imprescindibles para posibles reclamaciones y comprobar que los productos rebajados cumplan todas las normas de calidad y etiquetado como si se tratara de un producto en venta habitual.
Asimismo, el Instituto de Consumo recuerda que los artículos rebajados deben estar perfectamente diferenciados de otros tipos de productos que se vendan a precios inferiores a los habituales, como por ejemplo las liquidaciones, los saldos, las ofertas y los avances de la nueva temporada. Además, señala que los productos con descuentos deben tener las mismas garantías que antes del periodo de rebajas y que en ningún caso se pueden vender como rebajados artículos deteriorados, de baja calidad o adquiridos expresamente para esa finalidad.
La duración de cada período de rebajas, según la legislación vigente, será como mínimo de una semana y como máximo de dos meses, de acuerdo con la decisión de cada comerciante. Las fechas de rebajas deberán exhibirse en los establecimientos comerciales en sitio visible al público.
Desde el Instituto de Consumo de Castilla-La Mancha se insta a los castellano-manchegos a no renunciar a sus derechos durante el periodo de rebajas y reitera que en todo momento pueden solicitar las hojas de reclamaciones que, obligatoriamente, disponen todos los establecimientos. Además, los ciudadanos pueden acudir a las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), a las Asociaciones de Consumidores y Usuarios o a los Servicios Provinciales de Consumo para recibir asesoramiento e información y así como para plantear cualquier queja o reclamación.