Educar en igualdad y respeto para acabar con la violencia de género

Celebramos un año más el Día Internacional contra la Violencia de Género con el recuerdo siempre vivo de todas las mujeres que han perdido su vida por esta causa y también, como no podía ser de otra manera, enviando un mensaje de apoyo a todas aquellas mujeres que la sufren día a día, a las que han denunciado su situación y a las que no saben qué hacer. Todas ellas deben saber que no están solas, que el resto de la sociedad tiene el deber y la obligación de hacer un frente común para acabar con esta lacra que no tiene razón de ser en una sociedad avanzada en pleno siglo XXI.
     Pero esta sinrazón sigue truncando vidas, sigue cercenando historias que pudieron ser pero que acabaron antes de tiempo, historias como las del medio centenar de mujeres que han muerto hasta la fecha a manos de su pareja, de su compañero, de aquel en el que un día hace tiempo confiaron.

     Sin embargo, entre los fríos datos estadísticos, llama la atención  el hecho de que 13 de las mujeres que han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas en lo que llevamos de año tenían entre 18 y 30 años de edad y que otras 16 se encontraban en la franja de edad que va de los 31 a los 40 años. Es decir, más de la mitad de las víctimas mortales no superaban los 40 años lo que viene a constatar una realidad que ya ha sido expuesta por los expertos y es el preocupante incremento de los casos de violencia entre los más jóvenes.

     De igual modo, el Consejo Superior del Poder Judicial, en su memoria destacaba el hecho de que tan sólo entre los meses de abril y junio de 2009, 40 jóvenes menores de 18 años habían sido enjuiciados en procedimientos por violencia de género y si miramos las estadísticas anteriores, desde el año 2005, 94 de las mujeres muertas por violencia de género tenían entre 16 y 30 años.

     Es más, si los datos ofrecidos recientemente por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha según los cuales más del 43% de las mujeres jóvenes de entre 18 y 34 años de nuestra región sufren o han sufrido violencia de género se ajustan a la realidad, estamos ante una situación mucho más que preocupante, estamos ante una situación de absoluta emergencia

     Desde la aprobación de la Ley Integral de Medidas contra la Violencia de Género en diciembre de 2004, hemos venido denunciando una y otra vez que era una Ley con buenas intenciones pero carente de la financiación y de los recursos humanos y materiales necesarios para hacer frente de forma eficaz a este tipo de violencia y que, por tanto, algo fallaba en la Ley.  

     Pero ahora es preciso también ahondar en otro elemento que está fallando y que es, sin duda, la educación basada en la igualdad y en el respeto con el fin de prevenir la violencia de género desde las edades más tempranas. Porque si no es así, ¿cómo se puede entender que jóvenes que han crecido en una sociedad que ha avanzado en materia de igualdad sigan repitiendo los estereotipos y los roles y comportamientos machistas que en lugar de ir aumentando deberían haber ido desapareciendo?

     Promover y fomentar valores como la igualdad y el respeto a la identidad de cada persona debe ser una actuación prioritaria no sólo dentro del ámbito familiar, como primer núcleo educativo desde la más tierna infancia sino también dentro del ámbito escolar, potenciando estos valores en los currículos escolares y en los centros educativos.  

     Todas y cada una de nosotras, como madres, como abuelas, tenemos la obligación de educar en igualdad a nuestros hijos y nietos para que estos patrones de conducta intolerantes basados en la desigualdad no se reproduzcan generación tras generación pero, al mismo tiempo, también es necesario que el resto de la sociedad asimile una mayor concienciación y sensibilización hacia un problema como es el de la violencia ejercida contra las mujeres hacia el que toda la sociedad debe mostrar una mayor implicación porque sólo así, entre todos, cada una y cada uno desde su parcela de responsabilidad podremos crear una sociedad mejor donde la convivencia basada en la igualdad y el respeto sea la nota predominante y en la que la violencia de género llegue a ser tan sólo una lacra del pasado, de la historia negra de la humanidad. 

Relacionados

ESCRIBE UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí


spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img