En tercer lugar, nos encontramos en una ciudad anónima, sin elementos comunes que permitan construir un sentido integral de ciudad. No existe un sentimiento de pertenencia a un pasado común (se desconoce el pasado) ni a un entorno común (que ha sido degradado, desvirtuado, mutilado y remendado), ni a un proyecto común de ciudad. Existe una sensación de “ajenidad”, de frustración y de amor-odio hacia la ciudad. Los ciudadanos han sido desposeídos de esa condición, porque no pueden decidir nada, ni participar en nada. ¡Hasta el punto de que es la Administración la que les organiza la fiesta y la diversión! Los ciudadanos son meros espectadores, asistentes, consumidores, usuarios. Todo les viene dado. De ahí que la fiesta en Ciudad Real sea siempre un artificio, un hilván con el que intentar atar al ciudadano al terruño. Ante esa falta de motivación para construir nada en común los elementos anteriores surten efecto. El componente religioso es un elemento subterráneo, subconsciente, adquirido en la tradición familiar que otorga robustez, credibilidad y ligazón incondicionales a la fiesta, y que da sensación de pertenencia, no ya a una ciudad, sino a una cultura entera. El componente institucional es un elemento externo, que se ocupa de ordenar, planear, programar y adornar el medio en el que la fiesta tiene lugar. El megáfono por el que se pregona el programa de nuestro entretenimiento oficial. Ambos componentes responden a su vez a los intereses legítimos de las instituciones que los fundamentan: Iglesia y Estado.
En conclusión, si todas las fiestas están vinculadas con el hecho religioso, si no hay fiestas civiles, si no existen fiestas espontáneas por parte de la ciudadanía, ¿tiene algún sentido que la Administración local cree áreas municipales dedicadas a la organización de festejos? ¿No deberían ser éstas un simple apoyo que diera facilidades y garantías a la celebración de aquellas fiestas que la ciudadanía quisiera en cada momento llevar a cabo? Cabe decir que la existencia de tal Concejalía es la consecuencia de una política que ha usurpado al ciudadano su espacio. No existe para apoyar sus decisiones en materia festiva sino para crearlas, inventarlas y organizarlas a su antojo, de manera que es la Administración municipal la que debe disponer los medios para dirigir la diversión y el esparcimiento de los ciudadanos. En este sentido quiero hacer algunos comentarios.
En primer lugar, ¿cómo lo hacen en entornos comparables al de nuestra ciudad? Para ello podemos observar los datos que arroja la tabla inferior. En ella podemos ver tres entornos. Uno de localidades con una población similar a la de Ciudad Real (las tres por debajo y por encima de ella); otro correspondiente al resto de capitales de Castilla-La Mancha; y un tercero referido a localidades de la provincia. De todo ello se desprende que las únicas localidades que disponen de una Concejalía de Festejos con competencia exclusiva son Puertollano y Ciudad Real. Sería muy interesante conocer cuáles son los intereses políticos qué mueven a dos ayuntamientos de signo diferente a estar de acuerdo en algo tan alejado de la tendencia que muestran el resto de localidades. ¿Por qué crear una Concejalía de Festejos y Tradiciones populares, con competencia exclusiva, y no crear una Concejalía de Participación ciudadana y Fortalecimiento democrático? Una concejalía así estaría justificada en nuestra ciudad, no sólo por formar parte de un Estado democrático, sino porque aún siendo así, nuestra ciudad tiene un grave déficit democrático en todos los niveles. La respuesta es sencilla, claro. Es más interesante entretener a la gente, que darles la oportunidad de convertirse en ciudadanos con capacidad de decisión. Claro que para decidir, primero es preciso disponer de información fiable, clara, objetiva, veraz y transparente, cualidades exóticas en nuestro entorno.
Normal 0 21
LOCALIDAD |
HAB. |
ESTRUCTURA |
Mijas (Málaga) |
70.437 |
Participación ciudadana, Extranjeros, Fiestas en La Cala. Policía local, Tráfico, Bomberos, Protección civil, Fiestas de Las Lagunas. Coordinación de Fiestas, Universidad Popular, Bandas de Música, Servicios Municipales. |
Melilla |
71.448 |
Consejería de Cultura |
Rubí (Barcelona) |
71.927 |
Servicios socioculturales, Cultura y Solidaridad |
Ciudad Real |
72.208 |
Concejalía de Cultura. Concejalía de Festejos y Tradiciones populares. |
San Sebastián de los Reyes (Madrid) |
72.414 |
Concejalía de Cultura, Cooperación al desarrollo e Inmigración Concejalía de Obras, Servicios y Festejos |
Vélez-Málaga (Málaga) |
72.842 |
C. Cultura, Patrimonio y tradiciones populares |
Ferrol (La Coruña) |
74.696 |
Cultura, Educación y Universidad Bienestar social, Mujer, Juventud, Solidaridad, Fiestas |
Toledo |
80.810 |
Educación y Cultura Festejos y Juventud |
Albacete |
166.909 |
Educación y cultura |
Cuenca |
54.600 |
Educación y cultura Deporte, Juventud y Festejos |
Guadalajara |
81.221 |
Cultura y Turismo Obras Públicas e Infraestructuras, Fiestas y Juventud. |
Puertollano |
51.305 |
Desarrollo turístico y Promoción cultural. Festejos |
Tomelloso |
37.532 |
Cultura y Educación. Festejos y Turismo |
Alcázar de San Juan |
30.408 |
Cultura y Festejos. Cooperación al desarrollo. |
Elaboración propia. |
En tercer lugar, si no se opta por esa fusión de áreas y se mantiene la separación, ¿cómo se determina cuándo una actividad es cultural y cuándo es festiva o tradicional? De nuevo falta racionalidad. La Concejalía de Cultura financia a colectivos como Mazantini, cuyos fines se dirigen fundamentalmente a la recuperación y difusión del folclore local, y manchego en general. Si consideramos que un colectivo realiza actividades vinculadas con las costumbres y tradiciones locales, sería más lógico que estuviera vinculada a una Concejalía de Festejos que también lo es, no lo olvidemos, de Tradiciones populares. O al menos, podría estar vinculada a ambas, Cultura y Festejos, pero no exclusivamente a la primera, sobre todo considerando que su presupuesto es desproporcionadamente inferior al de Festejos. Lo mismo cabría decir de los recursos dirigidos a las cofradías de Semana Santa que proceden casi en su totalidad de la Concejalía de Cultura. ¿La Semana Santa es cultura, arte, tradición, fervor? Si, como parece, es o puede ser todo ello a la vez, lo racional sería que su financiación fuera compartida entre varias áreas municipales…, ¿por qué no por la de Juventud, al ser tan elevado el número de jóvenes cofrades y costaleros? O, puesto que la Administración le ha dado la calificación de Fiesta de interés turístico nacional, podría ser la Concejalía de Turismo y la Concejalía de Promoción económica las que financiaran la totalidad de una Semana Santa que tanto interés comercial y turístico parece suscitar. Como puede observarse, las propuestas y combinaciones pueden ser infinitas y aberrantes.
En cuarto lugar, y hablando de financiación…, en el cuadro inferior puede observarse la evolución de varias partidas del Presupuesto de gastos del Ayuntamiento de Ciudad Real.
Normal 0 21
AYUNTAMIENTO DE CIUDAD REAL |
2003 |
2004 |
2005 |
2006 |
2007 |
2008 |
2009 |
|
FESTEJOS |
||||||||
Vestuario festejos |
1.202 |
2.255 |
3.870 |
3.270 |
3.300 |
6.000 |
6.100 |
|
Actividades festejos |
665.000 |
765.000 |
765.000 |
780.300 |
795.600 |
850.000 |
700.000 |
|
Gastos actividades anejos |
27.045 |
27.045 |
27.045 |
27.586 |
27.600 |
27.600 |
0 |
|
Actividades Talaverana |
0 |
0 |
0 |
100.000 |
100.000 |
100.000 |
100.000 |
|
Contrato iluminación ferias y fiestas |
0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
200.000 |
100.000 |
|
ACTIVIDADES CULTURALES |
280.000 |
320.000 |
320.000 |
326.400 |
332.928 |
350.000 |
300.000 |
|
Las cantidades, expresadas en euros, corresponden a los importes presupuestados inicialmente, no a lo finalmente gastado, que puede ser mayor o menor. |
Elaboración propia. |
En quinto lugar está el sentido que se da a determinadas actividades culturales-festivas, que están condenadas a servir de simple relleno en un programa festivo. ¿Por qué sólo puede haber conciertos de rock, o de pop durante las fiestas locales? ¿Por qué no puede haberlos por sí mismos, sin necesidad de que rellenen una programación de feria? Cuando en otoño vamos al teatro no parece que lo hagamos por ninguna causa diferente a la de disfrutar del teatro en sí mismo. Está claro que las actividades artísticas se programan durante las fiestas con un claro sentido funcional, y no por su naturaleza. Un concierto de La oreja de Van Gohg interesa, no por su naturaleza cultural o artística, sino por la función sociopolítica que cumple.
En conclusión, ¿para qué sirve la Concejalía de Festejos y Tradiciones populares? Para usurpar espacios de esparcimiento naturalmente ciudadanos. Para ordenar cuándo es lícito, y cuándo no, esparcirse y divertirse. Para canalizar las ocurrencias de personajes ociosos cuyo único entretenimiento es inventarse o reinventarse fiestas. Para decidir qué es y qué no es una tradición local. Para inventárselas o ignorarlas cuando convenga. Para darle funcionalidad a la cultura, al servicio de un consumo comparable al de los pinchos morunos. Para dar una imagen de ciudad moderna (?) que conserva (inventa) sus tradiciones y mantiene (inventa) su identidad. Para satisfacer la expectativas de colectivos y grupos de interés. Si alguna Concejalía debiera ser en esencia participativa y acatar sin cuestionamientos la voluntad popular, sin duda, es ésta. Las críticas habituales y comunes que siempre escuchamos y leemos en todo tipo de foros son demasiado superficiales y estacionales. Los aspectos que en ellas se señalan tienen ciertamente su origen en una corporación municipal incapacitada para innovar o, mejor aún, para cambiar de modelo. El modelo actual satisface a quienes debe hacerlo, porque con ello se tiene garantizada la permanencia en el poder. Si manteniendo ese modelo se puede dar además algún azucarillo a los sectores marginales, en forma de dinámicos conciertillos, o de alguna que otra actividad esporádica y de todo punto oportunista, se hará sin problema.
¿Alguna solución? Varias. Primera racionalizar áreas, competencias y funciones, para hacerlas más eficaces, racionales y eficientes. Segunda, crear foros de participación ciudadana con una metodología de presupuestos participativos, de manera que sean los ciudadanos quienes decidan qué relevancia quieren darle a las fiestas de la ciudad, y sobre todo quienes decidan de forma democrática, ordenada y transparente qué destino darle, por ejemplo, a los 700.000 euros presupuestados este año para actividades de festejos. Con ello conseguiríamos que la ciudadanía se sintiera más motivada y protagonista de la vida de su ciudad. Asimismo se evitarían esas campañas artificiales encaminadas a asegurar la asistencia a eventos que han sido precocinados en un gabinete técnico del Ayuntamiento, pues los ciudadanos asistirían con naturalidad y entusiasmo a algo que ellos mismos habrían decidido y programado.
Lo increíble no es que esto pueda llegar a ser así, sino que a estas alturas aún no lo sea. Lo increíble no es que nuestros políticos hayan decidido que esto no sea así, sino que nosotros mismos lo consintamos pensando que no cabe otra, y que vivamos en un ciclo recurrente de quejas tópicas, tan estériles y abúlicas como la categoría política de quienes nos gobiernan.
Cultura: Conjunto de conocimientos e ideas no especializados adquiridos gracias al desarrollo de las facultades intelectuales, mediante la lectura, el estudio y el trabajo.
Decir que el Folclore no es cultura es como decir que si carnaval no es un festejo.
El folclore es cultura a lo que tu dices que el Ayuntamiento financia por ejemplo al Grupo Mazantini, financia un evento de carácter cultural, cultura de otras ciudades y otros países. Festejo es una matanza, el final de la recogida etc. lo que se interpretaba es lo que actualmente y desde hace 80 años se lleva adquiriendo conocimientos, leyendo y estudiando.