La música es la dueña de los sonidos, es de todos y para todo. Nos comunica universalmente, nos emociona, es terapéutica y curativa. En lo más cotidiano, en nuestra vida, siempre hay música, a veces “una música”, esa melodía que nos ha marcado, que ha envuelto y acompañado un momento o un tiempo vital inolvidable. La música es recuerdo, es melancolía, es tristeza pero también alegría, ganas de vivir, estímulo de nuestro espíritu. Música y vida.
Quizá por todo ello, ya hace más de veinte años, alguien pensó que coincidiendo con ese estallido final de la naturaleza que representa el estío y al fin de la fértil primavera, la vieja Europa y todo el mundo debían componer una sinfonía universal que se escuchase en todos los lugares durante esa mágica y larga noche del solsticio de verano.
En Castilla-La Mancha, en la oscuridad de esa noche, las estrellas que cubren nuestros cielos, como una celebración más de este año dedicado a ellos, a los astros, podrán danzar, emocionarse, sentir, con nuestros hombres y mujeres, al ritmo de esas miles de melodías que sonarán hasta los amaneceres de los pueblos y ciudades de esta maravillosa región.
El Gobierno de Castilla-La Mancha siente la música, la apoya y la promociona consciente de esas virtudes mágicas y benéficas y ¡cómo no! a sus creadores e intérpretes.
La zarzuela en La Solana, la música religiosa en Cuenca, la sinfónica en Toledo y Quintanar, el jazz en Guadalajara y Sigüenza, Jacinto Guerrero y Ajofrín en los acordes del Certamen Internacional de Guitarra en Toledo, las notas y pasacalles de nuestras magníficas bandas de música, los trinos y arpegios de laúdes y guitarras de los grupos de folclore que mantienen y conservan nuestras tradiciones, las sinfonías de las orquestas, toda la música que -de un pueblo a otro, de una ciudad a otra-, lleva nuestra Red de Teatros… Y, este verano en nuestros festivales y conciertos se escucharán otras muchas melodías.
Queridos amigos, queridas amigas, abrid vuestras puertas, vuestras ventanas, salid a la calle porque ¡Castilla-La Mancha suena!