La jornada electoral, un censo de 26,7 millones de personas estaban convocadas a votar. Se elegían los alcaldes y concejales de 8.033 municipios, si bien era una cifra tan variable que al finalizar ese mismo año el número se había reducido a 8.027 y esta cifra no ha dejado de cambiar desde entonces. Actualmente existen en España un total de 8.112 municipios (según el INE a 01-01-2009). El municipio más septentrional es Mañón (La Coruña), el más meridional es El Pinar de El Hierro (Santa Cruz de Tenerife), el más occidental es La Frontera (Santa Cruz de Tenerife) y el más oriental es Mahón (Islas Baleares).
Concurrían un amplísimo abanico de siglas políticas, algunas de ellas provenientes de los movimientos asociativos vecinales, y no hay que perder de vista que el fenómeno de la transición política de la dictadura a la democracia constitucional, tiene como consecuencia fundamental el resurgimiento de los partidos políticos y de la actividad política.
Centrándonos en Ciudad Real, las primeras elecciones locales, celebradas el 3 de abril de 1979, consiguieron un índice de participación del 58,69 por 100 de un censo de votantes de 32.446. Se trata desde luego de un porcentaje bajo. En cuanto a los resultados, la candidatura de Unión de Centro Democrático (UCD) obtuvo un amplio respaldo con 8.594 votos (45,85 por 100), lo que le suponían 10 concejales. Lorenzo Selas Céspedes, que la encabezaba, llevará para siempre en su haber el título de ser el primer alcalde de la etapa democrática en nuestra ciudad. La segunda fuerza política local sería el PSOE con 6.441 votos (34,36 por 100) y 8 concejales, la candidatura Independiente de Ciudad Real con 1.629 (8,69 por 100) y 2 concejales y el Partido Comunista de España (PCE) con 1.526 (8,14 por 100) y un concejal, completando así el Salón de Plenos del Ayuntamiento.
Desde entonces hasta ahora, muchas cosas han cambiado en los consistorios españoles. El municipalismo de entonces, con una concepción casi decimonónica de la Administración, ha dado paso a ayuntamientos con un amplio abanico de competencias. Amplio, no en el sentido legal del término, ya que la legislación actual contempla un catálogo cerrado de competencias básicas, muy alejado de la actual realidad en la que por la vía de los hechos, algunas veces, y por la presión ciudadana en otros casos, el ayuntamiento asume como propias competencias que no le corresponden.
Aquella primera etapa constituyente se enfrentó a una serie de problemas que hoy nos podrían parecer menores. Todo estaba por hacer y la escasez de medios era suplida las más de las veces con tenacidad e ilusión. Hoy los problemas son distintos pero no menos importantes. Es urgente una nueva ley del Gobierno Local que defina claramente las competencias de los municipios y su financiación. La tantas veces cacareada “segunda descentralización”, la que se debe producir desde las Comunidades Autónomas a los Ayuntamientos no termina de producirse y documentos como la “Carta de Vitoria” que debía ser la base del municipalismo del s. XXI no pasa de ser, a juicio de algún autor, una “Encíclica Local” con muy buenos propósitos y poco contenido práctico. En definitiva, papel mojado.
Pero no quiero dejar de pasar la oportunidad de felicitar a esa primera Corporación salida de las urnas el 3 de abril de 1979. Su trabajo, con Lorenzo Selas a la cabeza, nos allanó el camino a los que vinimos detrás.
El próximo martes se les rendirá un merecido homenaje y en un lugar destacado del Ayuntamiento una placa recordará la efeméride. Algunos de aquéllos “pioneros” no están ya entre nosotros, pero otros siguen al pie del cañón. A los que se fueron y a los que permanecen, nuestra gratitud.
