Hay que recordar que en muchos lugares del planeta la inversión sanitaria sólo es de siete euros por habitante y año frente a los 1.500 de un país desarrollado como España.
Por eso, una buena red sanitaria y un personal sanitario cualificado son dos requisitos imprescindibles para que un país pueda atender con garantías las necesidades asistenciales de la población ante un desastre con consecuencias inmediatas y futuras para la salud pública.
El Gobierno de Castilla-La Mancha comparte este objetivo de la Organización Mundial de la Salud de mejorar la red de atención primaria y la preparación de los profesionales de la salud en los países menos desarrollados.
Así, nuestra región es una de las Comunidades Autónomas que más destina de su presupuesto de cooperación al desarrollo a ayuda sanitaria, como se recoge en el último informe de análisis de la Ayuda Oficial al Desarrollo en el sector salud elaborado por Medicusmundi, Prosalus y Médicos del Mundo.
Plan Estratégico
Además, la salud básica es uno de los objetivos fundamentales del Plan Estratégico de Cooperación al Desarrollo, Horizonte 2011, que hemos elaborado desde la Consejería de Salud y Bienestar Social para los próximos tres años y que tiene entre sus principales ejes la lucha contra el hambre y la igualdad de oportunidades.
Con este plan se pretende que los proyectos que se desarrollen con el apoyo de los castellano-manchegos, a través de los presupuestos de la Junta de Comunidades, sean de carácter integral, es decir, que abarquen distintos sectores de la vida social, como puede ser la sanidad, la educación o el medio ambiente, por ejemplo, y que pueden tener una duración de hasta tres años. De esa forma, pretendemos ayudar de una manera eficaz, solidaria y estable al desarrollo de los pueblos más pobres del mundo.
Un plan que dispone del respaldo económico suficiente para seguir cumpliendo el compromiso del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda de aumentar anualmente al menos un 10% del presupuesto destinado a cooperación y respetar el 0,7% de ingresos propios recogidos en la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo de Castilla-La Mancha.
Todo este esfuerzo en el plano internacional en materia sanitaria es, por tanto, nuestro grano de arena, el grano de arena de cada uno de los castellano-manchegos para que la salud sea también en los países menos desfavorecidos un derecho básico de las personas.
Quiero recalcar que ese objetivo no es un objetivo imposible. En realidad, nunca debe serlo, porque el derecho a la salud no tiene patria, no tiene fronteras, sólo tiene una bandera: la de cada ser humano.
En ese sentido, siempre me gusta ver el vaso medio lleno y estoy convencido de que hemos avanzado mucho en España para alcanzar ese objetivo final. Pero nos queda a todos, como parte de una sociedad desarrollada, mucho tramo por recorrer, el que ocupan mil millones de personas que no puedan en la actualidad portar esa bandera porque literalmente pasan hambre. Sigamos caminando.