{mosgoogle}Los datos publicados periódicamente por entidades interesadas en I+D+i reflejan el grado de interés que se les presta y, por tanto, la apuesta de futuro que se está haciendo.
Según aparece publicado en el informe 2008 de la Fundación COTEC para la Innovación Tecnológica, España, dentro de la Unión Europea, es uno de los países peor clasificados en cuanto a dicho trinomio, y Castilla-La Mancha, dentro de España, una de las regiones peor situadas, lo que nos augura, si no se pone remedio urgentemente, un sombrío panorama.
En España, la diferencia en el gasto en I+D+i en función del PIB de las Comunidades Autónomas es considerable, y sorprende ver que en la nuestra estamos únicamente por encima de Baleares. Mientras que en Castilla-La Mancha no se llega a invertir en I+D+i ni tan siquiera un 0.5 %, en regiones como Madrid o Navarra se invierte casi un 2 %. Diferencia que, a lo largo del tiempo, viene acentuándose paulatinamente.
Decir que esta situación nuestra es debida a nuestra diferencia de desarrollo con el resto de las Comunidades Autónomas sería salirse por la tangente. Murcia aporta a su investigación y desarrollo un 0.75 % de su PIB, Extremadura un 0.76 % y Andalucía y Galicia un 0.89.
Nuestro raquítico esfuerzo en I+ D+i, tanto en términos de gasto y financiación, como de recursos humanos, hace que nuestro potencial de innovación tecnológica, que se fundamenta en el esfuerzo en investigación, desarrollo e innovación, y en el capital humano que se dedica a ellos, esté en una situación francamente gacha. Nuestra producción científica y tecnológica, justo al contrario de lo que nuestra región necesita, es bastante baja. Nuestro número de publicaciones científicas en revistas nacionales e internacionales, que son las que realizan la difusión de los nuevos conocimientos y son imprescindibles para evaluar la tarea investigadora, es de poco más de 2 publicaciones por cada 10.000 habitantes y año. Algo similar ocurre con nuestras patentes.
Quiero dejar muy claro, porque conozco los trucos del Gobierno regional para escurrir el bulto y sacar beneficio con engaños y tergiversaciones, que la capacidad de nuestros investigadores en nada tiene que envidiar a la de los de otras comunidades. Como aquellos, son personas con gran vocación profesional que, a pesar de estar mal pagadas, día a día se esfuerzan en progresar, aunque su labor esté enormemente condicionada por la actitud de un gobierno que no les dedica la atención que merecen.
El Gobierno regional lo que busca es el reconocimiento inmediato de las subvenciones que realiza y, como invertir en I+D+i significa obtener resultados a largo plazo, este trinomio no le interesa. Sería deseable que Barreda, que antes que político fue investigador, tome conciencia de la situación de desamparo en la que nos tiene, para que nuestra ciencia y nuestra tecnología avancen como es necesario para asegurar nuestro futuro. Hasta ahora lo único que ha hecho ha sido liderar nuestro retraso y eso, en un profesor de universidad, es inexcusable.
