(El precio por leer este articulo es dejar un comentario. No cobramos IVA, estamos de rebajas y tiramos la casa por la ventana (nunca mejor dicho si usted lo lee entero).
El titulo se debe, a que si a usted en estos días que corren , se le ocurre entrar en una oficina bancaria a pedir un crédito, seguramente le tratarán como a un maldito “carne de cañón”, al que no le espera futuro alguno (prometedor, digamos), pues los hornos, ya llevan muchas horas humeantes y hambrientos de carne humana.
{mosgoogle}Mucho mas, si además es usted un cachondo mental y debido a su exagerado sentido del humor, se le ocurre presentarse en la mencionada agencia, vestido con un pijama a rayas, por aquello de que “esta de moda”. “Es que lo han hecho película, oiga” –le puede decir al director-.
¿Cómo estará el patio que los banqueros y bancarios han renunciado al mas fructífero de sus negocios?… “prestar”.
¿De que van a vivir ahora? Ah, perdón, se me olvidaba que cuando las vacas son gordas, ellos se hinchan de ordeñar (contratos blindados) y cuando son flacas, el gobierno de turno, les da leche en tetra-brik, para que nunca, nunca, pasen hambre.
¡Pobres banqueros!, aunque les envidie, realmente me dan pena. (cuando consiga aclararme, de este ilógico razonamiento, se lo haré saber). Supongo que esta frase, será una derivación, de otra que leí en el “internete” que decía: era tan pobre, que solo tenia dinero. “Filosofía al poder, joder”.
No olvidemos que ese dinero, o parte, puede revertir en apoyos “desinteresados” las próximas elecciones.
¿Y quien asegura a “Zapa” que no apostarán por otro? –me pregunto-.
¿Es un riesgo que hay que correr, o lo tendrá ya amarrado? ¡Ahhhh!
Si yo fuera un analista-experto en economía-finanzas, sonreiría sarcásticamente ahora y pensaría: todo queda en casa: gobierno-bancos y viceversa se prestan “favores” recíprocamente, (todo sigue igual desde ancestrales épocas), pero han de saber, que yo solo soy un agricultor y que como tal, únicamente recojo mi cosecha, si antes la he sembrado.
Anclado en mi incultura y simplicidad, solo entiendo que si vendo mis melones, recojo mi “beneficio sobre la inversión realizada” en euritos, para llevarlos al banco y de esta forma pagar la “hijoputeca” a la que me condeno Adán (que jodio) por comer de aquella manzana (que yo juraría, que lo que hizo fue irse de brasileñas, aunque en la Biblia lo cuenten diferente).
Y es que, al final, todo se resume, en lo que le digo al primer fulano que veo frente al espejo, cada mañana cuando me afeito. ¿”Ande” vas Jeremias, si lo tuyo son los surcos y no invertir en bolsa? ¿Qué sabes tu del Ibex, “alma-cantaro”? ¿Acaso no ves que el Nasdaq, se parece en exceso a una palabra que conoces desde pequeño y que se lee “nasda de nasda” –(siendo fisnos, claro)-? “Pos” no te compliques y tu… al melonar, chatin.
Digo esto porque… hoy leo en el periódico (el del jueves pasado) el siguiente titular: “háganos una oferta por el piso que desea comprar, escuchamos cualquier forma de pago”. ¡Joer como han cambiado las cosas, oigan!.
No hace mucho, me planteé un “estudio sociológico” y puse la casa de los abuelos a prueba-venta, pero el sistema que elegí fue la subasta…¿quién da mas? y me tacharon de usurero. Je je je, pues parece que no soy el único.
Dicen, que los vendedores han bajado hasta 40.000 euros para vender aquellos pisos, ya construidos y a los que no les dan salida, RECORTANDO EN LOS BENEFICIOS. No se lo pierdan y relean la frase escrita en mayúsculas. Aquí si que “beneficios” merece escribirse en majestuosa letra.
“Usease” que de los quince milloncejos que pretendían ganar, renuncian a seis y encima el comprador, tiene que darse con un canto en los dientes. ¡Manda carayo!.
Pues nada, que sigan rebajando. Antes, las colas eran para comprar y ahora son los vendedores, los que se ponen al pie de los “kamikazes” (o adinerados en espera de buenas oportunidades) que pacientes y animosos reciben las ofertas del siglo. ¡Me gusta esto, estoy disfrutando! ¿Nunca soñó usted con una cola de directores de banco a su puerta, para ofrecerles el oro y el moro, por su suculento premio en la lotería? Ahhh, que placer.
Se avecinan malos tiempos para la lírica, pero YA ERA HORA. Me gusta la música actual, aunque les parezca una salvajada y ¿saben porque? pues porque tengo un razonamiento, que hace un año era impensable pasar a papel, pero ahora lo haré (a estas alturas del escrito, muy pocos habrán llegado, por tanto es el momento).
A veces, me siento en mi melonar al atardecer y pienso que los constructores, banqueros y demás…. familia, no hacen las cuentas como el resto de los mortales. Ellos, no calculan lo que cuesta hacer una casa, o el precio de un ladrillo, sino que se guían por otros parámetros, que les cuento a continuación:
“Ahora ya no trabaja solo el hombre, sino que lo hacen ambos (los nenes a la guardería a que los eduque… nadie). La media puede ser de 3.000 € al mes como ingreso neto, en cada uno de los hogares “spanish”. Hemos de poner los pisos a un precio tal, que uno de los dos sueldos sea para pagar la hipoteca y el otro para seguir “sobreviviendo”.
Créanme, que estoy convencido que esos son sus cálculos y de esta forma nos agarran por los genitales. Todo está previsto, oiga, porque un ladrillo no deja de ser un trozo de barro.
¿Quieren comprobarlo? Se lo doy hecho. (Truco casero muy revelador)
Aseguren su piso, tásenlo según su parecer e inmediatamente pregunten a su agente de seguros cuanto costaría (en caso de explosión con perdida total del inmueble) edificar de nuevo. Calculen el precio del “solar” y les saldrá que construir un piso, no va mas allá de los 40.000 € tirando por lo alto. ¿A que jugamos pues?
Entienden ahora la cantidad de Audi, Mercedes y BMW, que ustedes ven cada día, en su espejo exterior izquierdo, segundos antes de adelantarle?
Podríamos seguir, pero me temo, que si usted compró a los “veintidoce” un chalet adosado y un auto de 5.000 “pa marcar paquete”, este articulo no le esta haciendo ninguna gracia, mas que nada porque necesita el tiempo para pedir al estado “ayudas para pagar la hipoteca” y lo mas triste de todo este escrito es que… ¡igual lo consigue!.
Eso si, hasta que mande yo, Jeremias el melonero, hijo de Matias y Romualda, al que le fue enseñado en su sólida educación, que no debes, ni puedes vivir por encima de tus posibilidades por aparentar, “cacho mamón”.
Pero claro, yo solo mando en mi melonar, en mis surcos, en mi secana parcela, que el Sr. Botin nunca visitó y al “Zapa” ni se le espera.
Ellos son elite, oigan, nosotros solo…¡ el motor del país que nos cobija y al que mantenemos!.
Sean felices , pero solo en la medida de sus posibilidades…¿o no?