Editoriales, librerías o colegios… ¿robo, expoliación o hurto?

PabormiPabormi

Les aseguro que durante las vacaciones, me hice el firme propósito de ser mas conciliador, amable, educado y/o “políticamente correcto”  en los textos.

Por este motivo, en el título, apunto tres opciones, de mas a menos, en el apartado de quien o quienes son los que “ succionan” de nuestro bolsillo “sutilmente”, un precio que al parecer, todos consideramos exagerado por los libros de nuestros infantes.

{mosgoogle}Piensen, que cuando la música de Enya te envuelve la cabeza (en su máxima expresión), la lluvia norteña cae suavemente en el exterior y estamos en plena depresión post vacacional… es imposible ser agresivo, o lo que es lo mismo, ser subjetivo.

Pero verán ustedes, si hay algo que me calienta sobremanera, es escuchar conversaciones -de barra de bar, de parque infantil o de hipermercado- que se quedan en mera agua de borrajas, por aquello de que se nos va la fuerza por la boca y no las llevamos mas allá, que es donde deberían ir.

Llevo escuchando 20 años, que el precio de los libros de texto es disparatado, no es acorde, en relación a los ingresos familiares y el comienzo de curso marca un desequilibrio (incluso déficit) económico, que será arrastrado muchos meses mas allá, en el caso de los mas desfavorecidos, muy injusto por cierto,  si tenemos en cuenta que durante el curso, no se pasa de la primera mitad de la materia que encierran tales libros, o al menos no se imparte en su totalidad (supongo que todos estamos de acuerdo en esto).

No hablamos  de una joven pareja, que en un ataque de prepotencia o sobre- valoración de sus posibilidades, se compra un chalet de 60 millones y un auto de 10 (haberlos, haylos y ahora se quejan de que no llegan a pagar la hipoteca, sin que se les caiga la cara de vergüenza). No, estamos hablando de artículos de primera necesidad para nuestros hijos.

Oigan, dejen de quejarse y tomemos las medidas oportunas. Ya no diré que salgamos a la calle a reclamar una educación gratuita (se nos vende , pero no se nos da), solo pido que las APAS O AMPAS se reúnan y concierten una reunión, en la que estén presentes editoriales, libreros y directores / as de colegios y que se nos deje clarito, el margen de beneficio de cada uno, que conlleva el encarecimiento excesivo de aquello tan necesario, que difícilmente podríamos calificarlo como articulo de lujo. Oigan, un libro no deja de ser un trozo de pan.

¿Quieren fomentar el estudio y la lectura? No será fácil, pero ¿por qué no prueban a que estos artículos no sufran incremento alguno por impuestos? ¿o es que hay que recaudar por todo?

Las editoriales no hablaran claro, los libreros se achantaran ligeramente y los directores, habrán de explicar el motivo, por el que el próximo año se ha elegido tal o cual editorial, pero nosotros ya sabremos afinar el ojo y ver en que madriguera se esconde el conejo.

Hagámoslo pues ¿a que tenemos miedo? Que se expliquen de una vez.

Oigan , que no me tengo por revolucionario, pero si me gusta saber quien me cobra, cuanto me cobra y porque me lo cobra? Muy triste me resultaría que ustedes me tacharan como tal, ante tan sencilla y básica  reclamación.

No hace mucho, dije (como otros muchos) que en las carreteras se nos roba a mano armada, (perdón, rectifico), a golpe de radar, en sitios estratégicos y lo sigo manteniendo.

El problema es que los guardias civiles que conozco, opinan igual. No me lo invento, recientemente, gracias a una alerta google, me llega a mi correo, el titulo de dicho articulo y al entrar , veo que quien lo había cogido de mi  blog y publicado en su pagina, era un sindicato de la guardia civil y como les cuento, me daban la razón sobre lo dicho. ¿Hay quien de mas?

Si alguno de ustedes duda de lo que digo, pídanme el enlace y se lo envío. No problem. ¿A que jugamos pues?

Resumiendo: ¡no es tan difícil, podemos hacerlo. Pidamos razones a quienes las pueden dar. Los libros de nuestros hijos no pueden convertirse en algo excesivamente caro, sino simbólico y si no es así algo falla. Ataquémoslo.

Del mismo modo podemos sentar en una mesa a un agricultor, un intermediario (o 300) y un frutero. Hace 4 dias me comentaban en el pueblo,  quien  cosecha y vende melones y sandias  que les pagan  a 6 centimos el kilo y que están decididos a dejar de cultivar. Si, si, he dicho a 6 centimos el kilo.

Aclaración para entender el artículo:

Niño de 6 años 1º curso de primaria:

Libros…………………..223 €
Material escolar ……… 90 € aprox. (según el colegio)
¿Como lo ven?

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