En todo proyecto es tan importante fijar unas metas que respondan a las necesidades generales de los ciudadanos como acordar un itinerario compartido por el que puedan transitar con comodidad todas las partes afectadas, con independencia de la divergencia de intereses o la diferencia de sensibilidades. Para emprender ese camino, el diálogo y la concertación son el mejor equipaje, y, desde ese enfoque, el Pacto por la Vivienda en Castilla-La Mancha ya es un importante logro para el futuro de la región.
Al acto de la firma del Pacto por la Vivienda en Castilla-La Mancha asistieron el pasado lunes todos aquellos que tienen que ver con la política de vivienda: los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, la CECAM, la FEMP, el Consejo de la Juventud, Fereco (asociación que agrupa a 1.800 empresas constructoras de la región), la Federación de Cajas de Ahorros, los Colegios Profesionales de Arquitectos, Ingenieros y Aparejadores, la Universidad de Castilla-La Mancha y entidades financieras. Agradezco todo este apoyo sectorial y social porque nos hemos marcado un ambicioso objetivo, pero también contamos con un fuerte impulso.
{mosgoogle}El acceso a la vivienda es una de las mayores preocupaciones de los castellano-manchegos y de los españoles, como demuestran encuestas de opinión como las realizadas por el Centro de Investigaciones Sociológicas. Una acción de Gobierno responsable no puede dar la espalda a esa realidad y por este motivo hemos promovido este Pacto, que no es una simple declaración de intenciones sino que incluye un conjunto de medidas y reformas para facilitar la construcción de viviendas con algún tipo de protección pública.
Dentro de este acuerdo se ha incluido una nueva tipología, las Viviendas de Iniciativa Pública Privada, que viene a apoyar a una franja de población, que no estaba contemplada en otras modalidades de protección. De ahí que su aplicación quede circunscrita a municipios donde exista demanda, y suponga al beneficiario pagar un crédito similar al precio de un alquiler.
Por tanto, es una medida añadida que complementa el sistema público de apoyos, pero sin sustituir al resto de fórmulas, que siguen vigentes, y que se seguirán potenciando porque han demostrado su utilidad social y de freno a la especulación. De hecho, Castilla-La Mancha es una de las comunidades autónomas con mayor grado de cumplimiento de los objetivos fijados en el Plan Nacional de Vivienda y seguiremos apostando por todas las medidas de apoyo, como se está demostrando con la ejecución de la Renta Básica de Emancipación, donde figuramos en los primeros puestos en su aplicación entre las regiones.
El Pacto por la Vivienda en Castilla-La Mancha está orientado hacia una vertiente social, pero tendrá una repercusión añadida en el mantenimiento del empleo en el sector de la construcción y en la industria auxiliar relacionada con la vivienda.
Cabe recordar que el sector de la construcción supone el 13,7 por ciento del empleo regional, y en la empresa auxiliar, por citar algunos ejemplos, la industria de puertas ocupa a 4.500 personas y el sector de la cerámica supone 2.500 puestos de trabajo directo y 8.000 indirectos.
El Pacto por la Vivienda en Castilla-La Mancha es un instrumento para garantizar el derecho a la vivienda, al que se unirá la aprobación de la Ley de Garantías de Acceso a la Vivienda, un compromiso del Gobierno regional para esta legislatura.
Este acuerdo incluye además una serie de medidas administrativas y legislativas para impulsar la construcción de viviendas con algún tipo de protección pública, como la creación de la Empresa Regional del Suelo, la agilización en la selección de los adjudicatarios o nuevos instrumentos de financiación, por citar alguna de las medidas.
Desde aquí quiero mostrar la gratitud del Gobierno regional a los agentes sociales que han firmado este pacto, y también a las organizaciones y entidades que se están adhiriendo, porque demuestran una vez más que nuestra comunidad autónoma se ha ido construyendo con la colaboración de sus ciudadanos, movidos por la razón y por un compromiso de convivencia.