Castilla-La Mancha alberga en su territorio un nutrido grupo de humedales de variada tipología y apreciable valor ambiental. Sin embargo, resultan muy sensibles a las alteraciones climáticas y al impacto de agresiones externas, de ahí la necesidad de conservarlos y protegerlos.
Así lo entendieron la mayoría de los representantes de los países del mundo cuando, hace ya más de 30 años, un 2 de Febrero, en la ciudad iraní de Ramsar, decidieron firmar un tratado para la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos. Actualmente, son 154 los países que han suscrito ese tratado, entre ellos España.
{mosgoogle}En nuestra región tenemos siete humedales declarados de Importancia Internacional por la citada Convención Ramsar, además de los humedales que componen la Mancha Húmeda declarados por la UNESCO como Reserva de la Biosfera. Esos y todos los demás, son imprescindibles para la buena salud de nuestro medio ambiente.
Castilla-La Mancha no se caracteriza por tener abundantes lluvias, y quizás también por eso, los humedales son para nosotros una parte imprescindible de nuestro paisaje, de nuestra cultura, de nuestras tradiciones y, además, una necesidad biológica, ambiental y climática.
Los expertos dicen que los humedales son los verdaderos “riñones” del planeta. Siendo esto cierto, para los castellano-manchegos espacios como las Lagunas de Ruidera o las Tablas de Daimiel, junto con otras muchas zonas húmedas, son mucho más. En el agua, también reside parte importante de la magia de esta tierra.
Hoy en día, existe un numeroso grupo de humedales en el mundo en peligro como consecuencia de la sobreexplotación y el aumento de las zonas desérticas. En Castilla-La Mancha no somos ajenos a este problema.
Muchos de nuestros humedales amenazados están vinculados a la Cuenca del Guadiana y su existencia depende, fundamentalmente, del mantenimiento de los acuíferos. Por eso, desde el Gobierno de Castilla-La Mancha llevábamos muchos años demandando al Gobierno de España, competente en materia de agua, la aprobación de un ambicioso Plan que viniese a poner solución a esta perniciosa tendencia.
Un objetivo cumplido. La buena sintonía entre ambas administraciones ha hecho posible que el ‘Plan Especial del Alto Guadiana’ haya visto la luz hace apenas unos días, con el fin primordial de solucionar un problema agrícola y ambiental histórico en esta zona con la recuperación de los acuíferos. Y que además se convertirá en un Plan de Desarrollo Integral y sostenible de La Mancha.
Ver completamente recuperadas las Tablas de Daimiel o las Lagunas de Ruidera, y volver a mirar a los Ojos al Guadiana es ahora un objetivo posible y no una utopía.
Pero además según diversos informes científicos, nuestra región es una de las más sensibles al fenómeno del cambio climático, un problema que debemos tomarnos muy en serio pues la amenaza que supone es cierta, y ya se empieza a notar especialmente en zonas del sureste de la provincia de Albacete..
Acuíferos llenos, humedales bien conservados y mayor superficie de masa forestal ayudan a mitigar los extremos de temperatura, a afrontar mejor los periodos de sequía y a fomentar la lluvia, y son la garantía para tener en el futuro suficiente agua disponible para el abastecimiento, el regadío y los usos industriales.
Para conseguir este ambicioso objetivo es necesaria la colaboración de todas las administraciones, los agentes sociales y el conjunto de los ciudadanos… el objetivo que marca el lema de este año la conmemoración de esta día “Humedales sanos, gente sana”, vale la pena. No solo por nosotros, sino por nuestras futuras generaciones.