La Organización Colegial lidera el proceso de cambio hacia la enfermería del siglo XXI

José Medina Mingallón (presidente del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Ciudad Real)

En el Colegio de Enfermería que tengo el honor de presidir, llevamos ya muchos años trabajando, dentro de la Organización Colegial de Enfermería de España, para que nuestra profesión enfermera ocupe el lugar que por derecho le corresponde dentro del moderno Sistema Sanitario del Siglo XXI, en el que el paciente es la pieza angular al que todas las profesiones sanitarias nos debemos.

Sólidos cimientos legales han contribuido a que la Enfermería sea hoy una profesión autónoma, respetada, con un corpus propio de doctrina y conocimientos que permitirán en el futuro desarrollar otras parcelas, como la docencia y la investigación, aún hoy larvadas sin duda por el excesivo peso que la presión asistencial ocupa en el trabajo diario de nuestros profesionales enfermeros, pero que sin duda despegarán con fuerza en los próximos años impulsadas por el clima favorable que se está creando en torno a nuestra profesión.

{mosgoogle}Mucho nos ha costado llegar hasta aquí. La Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Sanitario, fue en su momento el preámbulo de otras leyes importantes que han contribuido a este proceso de cambio que estamos comentando. La Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias y el Real Decreto de Especialidades, (aunque todavía pendiente de desarrollo), constituyen eficaces corpus normativos que nos han brindado la oportunidad de que los profesionales de Enfermería seamos hoy, más que nunca, responsables de que nuestra parcela dentro de la Sanidad sea valorada en su justa medida, desde la independencia de nuestros actos, por otros profesionales sanitarios.

Que nadie se llame a engaño. Nuestra Constitución consagra para las organizaciones profesionales, en nuestro caso representada por la Organización Colegial de Enfermería y los Colegios Profesionales, la responsabilidad institucional de llevar a nuestra querida Profesión Enfermera y sus profesionales por la senda de la excelencia profesional, de manera que nuestra profesión está viviendo, hoy por hoy, las más altas cotas de prestigio social, liderazgo institucional y reconocimiento profesional que jamás ha tenido.

Que la Organización Colegial de Enfermería y los Colegios Profesionales lideran sin discusión este proceso de cambio hacia la Enfermería del Siglo XXI es un hecho que hoy nadie ya discute.

En este marco tenemos que agradecer el apoyo de otros sectores que, aunque menos representativos de la realidad institucional de nuestra Profesión, han apoyado sin reservas el trabajo hecho desde la Organización Colegial de Enfermería. Sectores que tienen un trabajo importante que hacer en otras parcelas y que han entendido y apoyado el papel capital que la Organización Colegial y los Colegios Provinciales de España han jugado históricamente, y que ha resurgido con fuerza renovada con la lucha que estamos librando para hacer valer nuestros derechos –y sin duda nuestra preparación académica, amén de nuestra dilatada experiencia- en el campo de la prescripción enfermera.

La Organización Colegial y nuestros Colegios profesionales, como representantes legítimos e institucionales de la profesión continuarán librando cuantas batallas hagan falta para que en el futuro, la voz de la Enfermería siga como hasta ahora sonando con fuerza en todos los foros de decisión en los que se discutan cuestiones que a todos nos afectan.

Los antecedentes nos avalan. En un tema trascendental como fue la reorganización de estudios universitarios, en la Organización Colegial de Enfermería fuimos capaces de lograr que las instituciones comunitarias comprendieran la importancia que para nuestra profesión tenía el hecho de que en los nuevos planes de estudio, Enfermería se configurase como una carrera de grado superior y 240 créditos que le conceden las máximas vías de desarrollo. Como así ha sido. Nuestro liderazgo institucional en el ámbito europeo ha permitido que los acuerdos de Bolonia reconozcan la necesidad de contar con profesionales de Enfermería universitarios preparados, lo que a corto plazo tendrá una importancia capital para la concreción de temas ahora pendientes de solución como el desarrollo del catálogo de especialidades en enfermería o, como no, el más candente de la Prescripción Enfermera.

Sobre este asunto, tenemos que recordar una vez más que fue la Organización Colegial quien, en la autorizada voz de nuestro presidente nacional Máximo González Jurado exigió en el despacho del Ministro de Sanidad, Bernat Soria, el desarrollo normativo de la Disposición Adicional Duodécima de la Ley del Medicamento y que ha propiciado que hoy tengamos sobre la mesa un catálogo cerrado de medicamentos que los profesionales de Enfermería podemos utilizar. A partir de ahora serán nuestros actos y nuestra experiencia y capacitación profesional quienes nos avalen.

Y todos a arrimar el hombro.

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