En primer lugar me gustaría, en esta fecha tan señalada, felicitar al movimiento asociativo de las personas con discapacidad de Castilla-La Mancha, un entramado de asociaciones y entidades que tienen como fin uno de los mejores anhelos a los que puede aspirar el ser humano: ayudar a los demás, ayudar a los más necesitados.
Gracias a ellos Castilla-La Mancha es hoy una de las regiones más avanzadas en la atención a las personas con discapacidad, porque fueron capaces de dar el primer paso, de unir sus fuerzas y de llamar a multitud de puertas sin descanso y con paciencia, las personas con discapacidad gozan hoy de un presente mejor y un mañana lleno de esperanza.
{mosgoogle}
El movimiento asociativo de la discapacidad representa el espíritu de nuestra tierra, de nuestras gentes. Un espíritu solidario que, sin ruido, pero fundamentado en un trabajo constante, callado e intenso ha conseguido que estas personas tengan el sitio que merecen en la sociedad.
El Gobierno regional ha ido, a la par, apoyando las iniciativas y actividades de este sector solidario, con el fin de conseguir que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de integrarse socialmente, de formar parte activa de una Castilla-La Mancha que cuenta con todos sus miembros, sin ningún tipo de discriminación.
Esta voluntad del Ejecutivo regional fue expresada desde el primer momento por el presidente José María Barreda, que afirmó desde un principio que este colectivo debía ser el primero en la actuación del Gobierno y sus necesidades, prioritarias.
Por ello, desde hace años el programa de Atención a Personas con Discapacidad de la Consejería de Bienestar Social es el único capítulo, de todo el Gobierno regional, que tiene un compromiso de incremento presupuestario del 15% anual, dando así cumplimiento a la apuesta del presidente Barreda de mejorar la atención, los servicios y los recursos puestos a disposición de este colectivo.
Gracias a ello, el próximo año este programa contará con más de 106,5 millones de euros, con los que podremos mantener una extensa red de recursos y servicios destinados a las personas con discapacidad, que suponen un entramado solidario capaz de dar respuesta a una buena parte de las necesidades y demandas del movimiento asociativo.
Un movimiento con el que, desde el Gobierno, queremos seguir yendo de la mano para conseguir, no sólo una mayor y mejor atención para estas personas, sino también una de las más ansiadas metas: lograr la plena integración social a través de la inserción laboral.