Hace un par de semanas, vi en televisión a un “patito feo”. Digo esto porque cuando un vendedor de móviles, con sobrepeso, seguramente poco agraciado para sus compañeras de colegio o trabajo, se presenta a un certamen, se sube al escenario y dice que ha elegido opera para su actuación, el descojone o la media sonrisa, parece ser inevitable.
El cantante, sabe en ese momento que se están mofando de él, que no esperan un gran resultado, que están dando por hecho que es malo, porque su aspecto no es el de un modelo de colonias. Seguramente lleva toda su vida viviendo en su gris particular, pero cuando se acerca al micro, sus ojos dicen que hoy es el día, hoy es “el día de la venganza”.
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Lo que ocurre en aquel programa, es tan bestial que se eriza el vello, oiga. Las lagrimas del jurado y publico durante y tras su actuación, le confirma que ahora… ya saben que es un cisne. Si alguien desea el video, pídanmelo a la dirección que hay bajo la foto y se lo enviaré. Como diría el castizo: “se abren las carnes, oigan”. No dejen de verlo, creanme que merece la pena. Y esto me hace extraer un texto del baúl de los recuerdos, que ruego al Director vuelva a publicar por razones obvias. ¡Algunos patos, no esperaron a ser mayores!
“LORENA”…FOCA Y BALLENA.-
Hola “profe”, ¿te llaman así , verdad?
Hola… ¿qué tal estas… cómo va eso?
– El entrenador se tomo unos segundos para intentar rebobinar e identificar nombre , apellidos y época aproximada en la que había conocido a la niña, pero al final, decidió ser sincero-.
“Tendrás que perdonarme, pero no te reconozco, me suele pasar, os entreno de pequeños y al crecer, “metamorfoseáis” de tal manera , que es imposible para mi identificaros”.
No, no, nunca me entrenaste. Soy amiga de Estela. El otro día, estábamos aquí mismo, tomando un café y entraste. Me contó que sueles ayudar a quien entrenas en lo que puedes, sobre todo en la dirección a tomar ante un problema.
Bueno, no es así exactamente. Verás, simplemente me valgo de la influencia que tengo sobre los alumnos/as que después de 7 u 8 años entrenando conmigo, se dejan influenciar por lo que les digo.
No es que yo aconseje bien, es que ellos-as me tienen archivado en su cerebro, como alguien que no los fastidiará , al menos de forma consciente.
Bueno, verás, me he acercado a ti, a pesar de mi timidez, a explicarte lo que para mi es un enorme problema. A veces, quien menos pensamos nos puede dar la solución. ¿te importaría escucharme?
En absoluto, lo haré encantado, pero por favor, pónmelo fácil. Me quedé en el primer mes de la carrera de Psicología. (risas de ambos).
Verás, vivo cerca de aquí, en un pequeño pueblo. Mis padres son ganaderos- agricultores y quizás un poco chapados a la antigua. Como verás, no soy como tus alumnas, ya ves que estoy gorda o…muy gorda.
Mis padres están acostumbrados a una alimentación de las de antes, en casa, me ponen para desayunar alimentos basados en grasa y carne de cerdo, mas comidas “fuertes” al mediodía y mas de lo mismo a la cena. Somos gente “sana” que dicen , solo que ellos, no se dan cuenta, que este tipo de alimentación, me tiene “hinchada”, aunque ellos lo llamen “fuerte” y que estoy en una edad “difícil”, en la que las hormonas se vuelven locas y acaban saliendo por las orejas.
Tuve un serio problema con mis compañeros del instituto de aquí, que no cesaban de llamarme gorda, ballena, foca Lorena y otras lindezas.
Hasta tal punto llegó la historia, que pedí plaza en otro centro educativo, concretamente en Río Dorado, a pesar de que cada mañana me he de desplazar 28 kilómetros.
Al menos el día a día, se me ha hecho mas liviano y casi nadie se mete conmigo. Tuve que sacrificar a mis amistades de este instituto, con mucho dolor, pero te juro que era inaguantable. Ya llevo dos años allí…
Pero el problema que se me presenta, es que, obligatoriamente el próximo curso, he de volver aquí, al centro que me amargó todas y cada una de las mañanas de mi vida desde que… recuerdo.
Lo mas doloroso, es que: cuando veía a los chavales, uno por uno, eran amables conmigo, pero cuando estaban en grupo se convertían en salvajes buitres, que con sus picos me devoraban viva.
Eran tan cobardes, que una hora antes, me ofrecían ayuda para un examen y una después me llamaban foca, con el consiguiente descojone de sus compañeros, todos en pandilla, reuniditos, contentitos y muy sonrientes todos.
Eso por no hablarte de las chicas, que a la cara me animaban y por la espalda me despedazaban.
Aun quedan unos meses para acabar este curso, pero ya me esta entrando el temblor de piernas, ante lo que me espera y este es el motivo por el que me dirijo a ti. ¿tienes algún milagro a mano?
-Durante todo el rato, el entrenador había estado mirando a los ojos de Lorena, pues sabia que ellos hablarían tanto o mas que ella y poco a poco, los había ido viendo humedecerse, a medida que avanzaba la historia, hasta el punto que, necesitaron… “desaguar” en algún que otro momento-.
Sintió una profunda rabia, e identificó a la chica, como una victima inocente, de una manada de necios maleducados y en cuya formación y cerebros, estaban ausentes, al menos una docena de valores sagrados, para caminar por el mundo, sin merecer el apodo de crueles “joputas”.
Pequeños nazis en plena formación, para quien un obeso, (bien por sentencia genética o por desarreglos alimenticios), solo era un cerdo que hablaba y un ramo de sentimientos a los que no importaba pisotear y girar el talón después, para hacer todo el daño posible.
¿Para que molestarse en imitar a un loco llamado Andersen, e intentar buscar si aquel patito feo, no acabaría siendo un cisne? Era mas cómodo vomitarle encima, exactamente aquellas palabras, que mas daño le podían hacer.
El entrenador cuarentón, llevó la conversación hasta las verdes llanuras de la autoestima personal, de la valía de cada individuo, independientemente del aspecto externo, incluso no tuvo problemas en mentirle sobre los 105 kilos que él mismo llegó a pesar… nunca, pero…¿por qué no?…¡todo es valido si es para ayudar!. También le habló del deporte, de la alimentación equilibrada, pero la niña insistía en que ella, no podía dejar nada en el plato y que tendría que hacerse bulímica, para que dicha alimentación, saliera de su cuerpo antes del proceso digestivo. Aquel cisne, realmente tenía un problema y el entrenador le facilitó el teléfono de un antiguo alumno, ahora psicólogo deportivo, estando seguro que podría ayudarle, sobre todo en reforzar su valoración personal a través de otros medios, ya que el deporte era algo que sus padres no le consentían, debido a vivir alejados, en la aldea.
Como el tiempo apremiaba y había de ser puntual, remató con un : “Lorena, se fuerte o te comerán, no te queda otra, los débiles, caen y con 17 años , no se puede caer. No te rindas nunca, porque entonces, si que solo serás el trozo de carne que ellos creen que eres. Te deseo lo mejor y sabes donde me tienes”.Adios
La niña le sonrió con sus labios y ojos, el entrenador le besó la mejilla y apretó fuerte su mano. Marchó , pensando que su hija tenía la misma edad que Lorena y odiando a quien estaba produciéndole tanto daño a la chica. Y colorin colorado, este cuento ¿SE HA ACABADO?
P.D. A propósito, un detalle que olvidaba contar:
“Lorena”, apareció AHORCADA en su casa el día 5 de Abril de 2006, en una pequeña aldea de la España “profunda”.
Mañana en el entierro, seguramente habrá una corona junto a su féretro que dirá: ¡Tus compañeros, TE QUIEREN Y NO TE OLVIDAN!
¡Maldita educación no impartida y por tanto jamás recibida!