Señor Roberto Sabrido, he leído atentamente el escrito que como consejero de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y con motivo del Día Internacional del Cáncer de Mama ha enviado usted a los medios de comunicación, sobre lo hecho en nuestra región en lo que a esta enfermedad se refiere y lo que nos queda por hacer.
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Y cómo no, destacan las cifras que dicen que nos sitúan por debajo de la media nacional en dos puntos y vuelven así a convertirnos en estadísticas que obvian la tragedia que supone para una mujer luchar contra esta dura enfermedad y tener que prescindir en muchas ocasiones de un pecho, en el mejor de los casos, o de los dos, en el peor, con el consiguiente daño psicológico que supone la eliminación de parte de los símbolos que socialmente nos hacen sentir como mujeres, en muchos casos mujeres que son madres y que ven como desaparecen los pechos con los que alimentaron a sus hijos, ahora que tanto se potencia la lactancia materna.
Lo que no he leído en ese escrito es lo que está ocurriendo en el Hospital Universitario de Guadalajara, en el que alrededor de cien mujeres son intervenidas al año de cáncer de mama y en el que hasta ahora aproximadamente a cuarenta de ellas se les reconstruía total o parcialmente el daño que el cáncer de mama les hubiera causado en el pecho con las prótesis oportunas.
Pues ya no Señor Consejero, por si no lo sabe, porque tal vez no se lo hayan dicho, a estas mujeres ya no se les reconstruye el pecho en Guadalajara, ahora tienen que ir -¡Pásmese!- a Albacete. Si Señor Consejero ¡A Albacete!
Hoy en Guadalajara, las mujeres alcarreñas que tienen que someterse a cirugía para la reconstrucción del pecho tienen que desplazarse a más de 300 km para ser intervenidas en el Hospital de Albacete, porque los cirujanos plásticos que se desplazaban desde Albacete a Guadalajara han dejado de hacerlo. ¡Qué vergüenza! ¡Qué falta de sensibilidad hacia todas nosotras!
Le exijo que este servicio vuelva a prestarse inmediatamente, para evitar que estas mujeres tengan que seguir desplazándose a más de 300 km y paseando su drama personal por otros lugares, cuando bastante mal lo están pasando. Y si quiere, se lo pido por favor.
Y a vosotras que estáis padeciendo esta amarga situación todo nuestro apoyo, todo nuestro cariño y cómo no, nuestra voz y nuestra palabra para que esta situación no se produzca nunca más.