El turismo: la industria del bienestar

Magdalena Valerio Magdalena Valerio (consejera de Turismo y Artesanía)

 El turismo es fuente de riqueza y bienestar. Y de esperanza. Es muy significativo que prácticamente todos los alcaldes y alcaldesas de Castilla-La Mancha citen el turismo en lugar destacado cuando se les pregunta por las posibilidades de desarrollo de sus municipios.

No les falta razón a quienes ven en el turismo un motor de desarrollo de primera magnitud. Es una industria limpia y sostenible, que, tal como la concibe el Gobierno de Castilla-La Mancha, contribuye a la protección del medio ambiente y del patrimonio histórico, artístico y cultural. Es también una industria que no se deslocaliza, sino todo lo contrario: ayuda a fijar y aumentar población en los núcleos rurales. Y, sobre todo, es una industria que tiene su razón de ser en el bienestar de las personas: se practica turismo cuando se alcanzan ciertas cotas de bienestar y lo que se busca al hacer turismo es enriquecimiento personal, diversión, disfrute, satisfacción, conocimiento de lugares agradables, de monumentos y obras de arte, de parajes naturales, buena comida, citas culturales… En resumen, cuando se hace turismo es para darle una alegría al cuerpo y a la mente.
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El Gobierno de Castilla-La Mancha, con el presidente José María Barreda a la cabeza, ha sabido interpretar la importancia que el turismo puede y debe tener para nuestra región. Esa convicción ha llevado al presidente a actuar en consecuencia, creando al comienzo de la presente legislatura la Consejería de Turismo y Artesanía, con el objetivo de lograr que ambas actividades se conviertan en ejes estratégicos de desarrollo económico y social en nuestra comunidad. Castilla-La Mancha es, hoy por hoy, la única comunidad autónoma de España que tiene una consejería dedicada en exclusiva a gestionar estas dos áreas, lo que constituye la mejor prueba de la relevancia que la Junta de Comunidades atribuye a estos ámbitos de gobierno.

Nunca son aconsejables los maximalismos en las valoraciones políticas. Si hablamos del turismo en Castilla-La Mancha, ni triunfalismos excesivos ni catastrofismos infundados conducen a nada. Al comenzar la andadura de la Consejería de Turismo y Artesanía, lo más práctico es saber el lugar que ocupamos en materia turística y hasta dónde nos proponemos llegar, para evaluar en su justa medida nuestra evolución.

El 80% del mercado turístico español sigue basándose en la oferta de sol y playa. El turismo de interior representa el 20% restante, y es ahí donde Castilla-La Mancha tiene que competir por ampliar su cuota de mercado. Nos queda mucho camino por recorrer, y algunos parámetros que mejorar, pero los datos esenciales invitan al optimismo. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, durante los ocho primeros meses de 2007, nuestra región está creciendo por encima de la media nacional tanto en número de viajeros como en pernoctaciones: la cifra de turistas que han pernoctado en Castilla-La Mancha ha crecido un 5,6% respecto al mismo periodo de 2006, mientras que la media nacional se sitúa en el 3,4%; y la cantidad de pernoctaciones en nuestra región ha aumentado un 7,5%, frente al 2,1% de la media nacional. Es decir, Castilla-La Mancha está ocupando mayor terreno en el mercado turístico.

Lo mejor de estos datos es que no constituyen un hecho aislado. Desde el año 2004, el turismo está creciendo en Castilla-La Mancha de forma constante y sostenida, sin altibajos, lo que significa que nuestra progresión es sólida y real, porque permite que nuestras infraestructuras turísticas aumenten de forma acompasada al número de turistas. Esto es imprescindible para lograr que nuestros visitantes reciban un servicio de calidad, lo que a su vez es indispensable para que vuelvan a nuestra región.

Castilla-La Mancha está recogiendo los frutos de varias acciones importantes para promocionar el turismo en nuestra región. La celebración del IV Centenario del Quijote fue el punto de partida. Sirvió para poner a nuestra región en el mapa turístico mundial. También fue fundamental la aprobación del Plan de Ordenación y Promoción del Turismo en Castilla-La Mancha. Entró en vigor en 2006 y desarrollará, hasta 2009, 18 programas específicos de promoción turística en distintas zonas de la región con un presupuesto de 25 millones de euros.

Nuestras estrategias de promoción turística pasan ahora por la diversificación de la oferta. Tenemos una comunidad autónoma con abundancia y variedad de recursos turísticos. Cada provincia cuenta con comarcas y localidades llenas de atractivos singulares. Convertir esos recursos únicos en ofertas turísticas diferenciadas, completas y de calidad es hoy nuestra apuesta para seguir creciendo.

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