Durante sus 25 años de gobierno, los socialistas, por miedo a coger el toro por los cuernos, han pasado de puntillas sobre los problemas del Alto Guadiana (una zona de Castilla-La Mancha en la que se asientan más de 500.000 ciudadanos), y han aguantado (cuestión de votos) hasta que la situación se ha hecho insostenible.
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La sobreexplotación de los acuíferos que afectan al Alto Guadiana se ha convertido en un Mihura pasado de años que, irremediablemente, el maestro Barreda tiene que torear y, no me extraña que, sólo de pensar en hacerlo, el miedo le llegue al tuétano.
Pretende, sin entregarse, lidiarlo según las directrices del Plan Especial del Alto Guadiana (el famoso PEAG) y, con la misma faena, conseguir la recuperación de los acuíferos, la de los humedales ligados a ellos y el mantenimiento de la actividad económica de la zona. Inexplicablemente, para lograrlo, propone que las extracciones, se reduzcan de 450 hm3/año (hay opiniones que dicen que son más de 600) a tan sólo 200, con lo cual, habrá que dejar de regar bastante más de la mitad de la superficie que se riega actualmente, y serán necesarios 25 años, justo los mismos que llevan los socialistas gobernando la región, para intentar que los Ojos del Guadiana y que las Tablas de Daimiel sean lo que fueron.
Cuando leo las apresuradas e insulsas respuestas que ha dado la Consejería de Agricultura a las alegaciones presentadas al PEAG, me da la sensación de que nuestro Presidente, como le faltan valor y ganas, quiere torear a mantazos, cuando debería hacerlo por naturales, que es la suerte con la que el engaño se reduce al mínimo. Debería hacer caso a los comentarios de la afición y, mirando al respetable, como los valientes, explicar: ¿Qué pasará con la agricultura del Alto Guadiana cuando la captación se reduzca de 450 a 200 hm3/año? ¿Es que los humedales, si esperamos 25 años se van a poder recuperar o, pasado tanto tiempo, el proceso es irreversible? ¿Qué va a ser de los agricultores y de sus familias que al limitar las extracciones no puedan regar? ¿Que será de la riqueza y de la creación de empleo que para los hombres y mujeres del Alto Guadiana proporciona la Agricultura de regadío? ¿Qué alternativas propone para mantener la actividad económica de la zona? Y, si, previsiblemente, la demanda de alimentos sigue creciendo y su producción desciende, ¿cuánto supondrá la política que propone en el incremento del coste de nuestra vida?
El maestro Belmonte decía que hay que torear sin prisa, parando, templando y mandando, en cambio, el maestro Barreda quiere hacerlo con prisa, de puntillas y sin dejar el número de las zapatillas marcado en el albero. Me temo que el ruedo se le va a llenar de almohadillas. Y, si así le ocurre al primer espada de nuestra región, toreando en Ciudad Real, su tierra, con todo a su favor, lo mejor será que vaya pensando en cortarse la coleta.