La Ministra Salgado se reunió con unos representantes del sector del vino, a los que “tranquilizó” sobre la futura Ley de Prevención del Consumo de Alcohol en Menores. Esta reunión actuó como un medicamento placebo en los representantes del sector vinícola.
La realidad del vino es la siguiente: El sector vinícola mantiene un problema estructural basado en el desfase entre producción y consumo. Hasta ahora el sector se defendía gracias a las “ayudas” que anualmente recibían de Bruselas, para disminuir los excedentes. Algo que acabará terminándose a medio plazo. Y solo unas pocas marcas eran viables gracias a una buena estrategia basada en la comercialización y la publicidad. El resto de marcas, utilizaban esta forma de aumento del consumo o acabarían quedándose por el camino. Donde el temido arranque de los viñedos excedentarios cada día estaría más cerca.
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La sombra de la desaparición a medio plazo de las ayudas al sector vitivinícola dejaba solo un camino a la supervivencia, “aumentar el consumo” y el aumento del consumo de vino solo puede hacerse con la publicidad. Y al hablar de publicidad aparecerá la “Ley Salgado”. Por muy tranquilos que hayan salido los representantes del sector de la última reunión con la Ministra de Sanidad. La realidad futura les hará comprobar su error y será muy difícil, por no decir que imposible, que las bodegas puedan utilizar después de la Ley la publicidad para aumentar sus ventas.
Será difícil en el futuro que las bodegas puedan disponer de soportes permitidos para colocar la publicidad de sus vinos y será imposible (por contradictorio) que estas mismas bodegas puedan optar a solicitar ayudas de las administraciones públicas para estos conceptos, porque la administración no podrá incurrir en la contradicción de apoyar campañas que fomenten el consumo de productos alcohólicos que la “Ley Salgado” prohibirá.
No darse cuenta ahora de esa realidad acabará haciendo que los representantes del sector, que salieron tan “confiados” de la reunión con la Ministra Salgado sean los cómplices necesarios de la aprobación de una Ley que será negativa para los intereses del sector vitivinícola.
La preocupante realidad del vino no permite que nada dificulte el desarrollo de una estrategia que mejore la comercialización, que es la única solución de salvación de un sector, que tiene como principal problema el producir más del doble de lo que se consume. Porque se aumenta el consumo, mediante la publicidad y el marketing, o se disminuye la producción, mediante el arranque de viñas.
En caso de aprobarse esta nefasta “Ley Salgado”, no solo tendrá la culpa esta Ministra, que tanto está haciendo para mejorar su currículo de cara a postularse para un alto cargo en la Organización Mundial de la Salud. Sino que los diputados socialistas de las zonas vitivinícolas que apoyasen con su voto la aprobación de esta Ley serán tan culpables como la misma ministra.
De momento solo podemos esperar a que los representantes del sector se reúnan con sus respectivos diputados provinciales para decirles a todos ellos, mirándoles a la cara, que no olvidarán el hecho de que esos diputados aprueben con su voto esta nefasta Ley que desde la administración tratarán de edulcorar para que nos la traguemos sin protestar.