La comunidad educativa de Castilla-La Mancha celebra un año más su fiesta, El Día de la Enseñanza, en la que se reconoce públicamente la excelencia de personas e instituciones que se han significado por su esfuerzo en ofrecer y conseguir una educación de calidad. En estas personas e instituciones se quiere aplaudir no sólo su meritoria labor, sino también la del conjunto de la comunidad a la que representan.
Avanzamos con firmeza porque la sociedad en su conjunto está comprometida con la búsqueda de la calidad del sistema educativo en términos de equidad y eficacia. Asimismo, el Gobierno de Castilla-La Mancha es consciente de la importancia que tiene la educación para la distribución de oportunidades vitales y la realización personal de las alumnas y los alumnos, así como para favorecer los valores de la convivencia y para lograr el progreso económico de la colectividad y el bienestar individual de las personas.
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La educación en nuestra región no se basa en palabras y discursos, sino que tiene sus cimientos en una sucesión de hechos comprobables. Obras son amores y no buenas razones, dice el saber popular. Ahí está la inversión que hemos llevado a cabo estos años en la construcción y mejora de los centros educativos, que ha sido una acción a la que hemos dado prioridad, y también en aumento de profesorado, en transporte, comedores, libros de texto, dotación tecnológica, conectividad, formación permanente, orientación educativa, lectura, y tantos otros programas necesarios para ofrecer un servicio educativo acorde con lo que la sociedad necesita.
La educación la hemos venido entendiendo como un proyecto de vida colectivo compartido, basado en el diálogo y el acuerdo entre las personas, que facilite la integración cultural y social, que sea respetuoso con las diferencias y justo en la distribución de oportunidades y recursos. La calidad que pretendemos se vincula a la capacidad para promover el desarrollo integral del alumnado, proporcionándole una educación funcional, útil, eficaz y satisfactoria, donde aprender es una tarea para todos y para toda la vida.
Hemos trabajado unidos Administración, familia, sociedad y escuela, compartiendo objetivos. Hemos hecho hincapié en favorecer un consenso social sobre las bases de la educación y hemos firmado acuerdos, como el de la convivencia en los centros escolares, porque estamos convencidos de que en la educación pueden y deben participar todas las personas e instituciones que creen que éste es el procedimiento más eficaz para mejorar la sociedad en la que vivimos.
Educar en valores y educar con recursos, contar con profesionales convencidos de su labor y con familias conscientes e interesadas de su importancia educativa, sentir una sociedad que reconoce y apoya la tarea educativa es la mejor manera de construir objetivamente una Comunidad armónica, justa y bien formada, capaz de satisfacer sus necesidades y sus intereses en todos los ámbitos de desarrollo: el personal y el colectivo.
Por todo ello, felicito, en este Día de la Enseñanza, a la dinámica comunidad educativa de Castilla-La Mancha.