Pabormi
En todas partes cuecen habas, pero estaremos de acuerdo en que hay colectivos profesionales, especialmente delicados. La dejadez, apatía o rutina de trabajo para un funcionario, casi es algo inherente, pero no podría serlo en el colectivo de los médicos, banqueros o artificieros-desactivadores de bombas, por poner algunos ejemplos.
El caso que nos ocupa hoy, es que veo en prensa que es tal la lista de espera para hacer ecografías que las están dando a… 10 meses vista. (Espero que a quienes tienen la sospecha de tener un tumor, les toque un poco antes).
O sea, que si usted esta embarazada, le harán la “eco” mas que nada, para ver si su útero, quedo en buen estado para volver a engendrar, porque si la intención es ver en el monitor a su hijo o si va a tener niño o niña, lo podrá hacer usted en vivo y en directo, antes que monitorizado. O eso, o aguanta usted al bebe 18 meses dentro… y eso debe doler, tela marinera. Esto, como muestra.
El segundo tema, es que estando relacionado con el deporte, muchos alumn@s me comentan en clase cuando han ido a hacerse una radiografía, por el motivo que sea y siempre les suelo hacer la misma pregunta: ¿te han protegido con un mandil pesado?… y la respuesta también se repite: “No, no se que es eso del mandil”.
Y les hago esta pregunta, porque desde que mi hija era pequeña y al tener problemas asmáticos, en múltiples ocasiones nos enviaban a radiarla, pero ninguno preguntaba ¿cuánto tiempo hace desde la ultima vez que la radiaron?
Sistemáticamente cada doct@r pide sus radiografías, sin preocuparse demasiado si en un año se ha radiado a una niña 10 veces. ¿Deberían hacerlo?… y lo que es peor…¿deberían protegerlos con el famoso mandil, al menos la zona ventral y/o genital o tenemos que ser los padres quienes lo pidamos?.
Digo esto, porque en mi caso siempre tuvimos que ser nosotros quienes lo exigiéramos.
Y por último les hablaré de la doctorcita Maria Jesús, a quien “sufrimos” unos años como pediatra. Cuento esto, porque ella me dijo que “el tratamiento estaba sistematizado” y no le quedaba mas remedio que recetar aquello que nos recetaba. Esta frase me la dijo, cuando me la encontré en una parafarmacia, comprando defensas para mis hijos y al verla allí, demostré mi extrañeza y me explico que su hija era asmática y estaba en plena crisis. Ah coño, coño, querida doctora, así que los broncodilatadores en cantidades industriales, si valen para mis hijos, pero no para los tuyos o me equivoco? He de confesarte que hace bastante tiempo que no se los damos, pero tu sigues erre que erre con tus recetas.
Mas tarde, tomando un café, me comentó que no le quedaba mas remedio, puesto que EL SISTEMA le ordenaba lo que recetar, pero me dijo algo mas, muy interesante por cierto. Yo había leído, que si bien la cortisona y broncodilatadores hay veces que son imprescindibles, también se podía dar el caso de que los tratamientos masivos e innecesarios, al menor síntoma de resfriado CREABAN ASMATICOS donde NO había ASMA. Su respuesta fue muy aclaratoria: SI.
Pues nada, doctorcita, siga usted vendiendo su producto. El café lo pagó ella, pero la cortisona y los broncos los tomamos los demás. Joder con …”el sistema”.