Pabormi
Hace unos días, recibí un e-mail, de los típicos que se envían por inercia. De esos que van agotando la capacidad del buzón y que uno no sabe muy bien que hacer con ellos, una vez reenviado.
Decía, que si a los veinte años no eres guapo, a los treinta fuerte, a los cuarenta rico y a los cincuenta sabio, entonces NUNCA SERAS ni guapo, ni fuerte, ni rico, ni sabio.
Sin duda tiene una lógica aplastante.
Pero, pensando, pensando creo que cualquier psicólogo le podría dar la vuelta a la tortilla (o debería).
Después de 24 años como entrenador en la rama deportiva (la que menos importa y la que menos reconocimiento social tiene…¡ HE DICHO DEPORTE!, no me refiero al fútbol) digo que la conclusión a la que llego y que pongo en práctica con los asistentes a mis clases es que: si consigues mentalizarte (o consiguen hacerlo) de que a los 20 eras guapo a tu manera y según tus genes lo permitieran, a los 30 eras fuerte, (sin duda mas que a los 5), a los 40 eras rico, contando las cosas realmente importantes, entonces y solo entonces estas en el buen camino para conseguir la siguiente meta…¡ ser sabio a los 50!
Quizás todo sea tan fácil como aceptarte como eres.
Todo está en la mente. Acudamos a ella para resolver problemas.
Y me viene a la cabeza como remate al articulillo de marras, que en el actual anuncio de BMW, aparece un chinito que se creyó todo y en grandes cantidades, por eso tenia una enorme fuerza personal. A algunos les podría parecer pedante, pero sin duda era poseedor de una enorme energía física y mental. Envidiable diría yo (aunque al final consiguiera exactamente lo contrario de lo que perseguía).
Y ese chino-americano nos envía un mensaje (desde el mas allá) que confirma lo anteriormente escrito: SE AGUA AMIGO.
No dice: serías como el agua si te parecieras a… no, no.
El solo dice : SE AGUA, AMIGO. Pues eso… simplifica y se feliz, que esto son cuatro días y tres nos los pasamos trabajando.