Roberto Sabrido (consejero de Sanidad)
Diversos estudios demuestran que una de cada diez mujeres desarrollará un cáncer de mama en su vida, pero que el 95% se cura si la enfermedad se detecta en su fase inicial. Por eso, la prevención es muy importante para reducir los riesgos que conlleva una detección tardía de esta patología y, en esa línea, el Gobierno de Castilla-La Mancha lleva a cabo desde 1992 un programa de detección precoz de cáncer de mama, con la colaboración inestimable de las asociaciones que apoyan a las personas que padecen esta enfermedad oncológica, la más frecuente entre las mujeres.
Estamos ante un programa señero donde se cita a las mujeres para una revisión anual. Este año se han invitado a todas las castellano-manchegas con edades comprendidas entre 45 y 69 años y el año que viene, cumpliendo un compromiso de este Gobierno con la ciudadanía, se ampliará la horquilla hasta los 70 años, lo que nos situará la vanguardia en cuanto a prevención de cáncer de mama en Europa, ya que las autoridades europeas recomiendan realizar mamografías cada dos años y a las mujeres entre los 50 y 70 años. En España, sólo Castilla y León y Navarra tienen una horquilla igual que la nuestra.
Pero todo esto valdría para poco sin el trabajo de concienciación que llevan a cabo diariamente las asociaciones involucradas en la lucha contra esta enfermedad, permitiendo una cobertura en torno al 70%, de las mujeres citadas, que es un porcentaje altísimo siendo como es un programa de carácter voluntario. Y es justo reconocer la labor callada, abnegada pero eficaz de estas personas porque estamos ante una enfermedad que es la primera causa de cáncer en la mujer, representando el 30% de todos los tumores malignos que afectan a este sexo.
Este año hemos mejorado el programa con un seguimiento más continuado de las mujeres que presentan durante la revisión de imágenes radiológicas no concluyentes, con citaciones a 6 ó 12 meses, así como la práctica de dos proyecciones de cada mama en todos los exámenes, cuando antes sólo se hacía en el primer examen. Además, las mamografías cuyas imágenes sean más dudosas son leídas por dos radiólogos para tener una segunda opinión.
El objetivo es potenciar cada vez más este programa preventivo, que junto con las mejoras en equipos de diagnóstico y de tratamiento que lleva a cabo el Gobierno de Castilla-La Mancha en los hospitales públicos permite que estemos en la actualidad dos puntos por debajo de la media nacional en cuanto a mortalidad por cáncer de mama.
Noticias como la adquisición y puesta en marcha en enero de 2007 de un PET-TAC en el Hospital General de Ciudad Real, la incorporación de las técnicas de reconstrucción de mama en la cartera de servicios hospitalario o la apertura de unidades de radioterapia son pasos que se van dando en la dirección de mitigar el alcance de una enfermedad que encuentra, sin embargo, su mejor antídoto en la concienciación de las propias mujeres de que es mucho mejor, y más en este caso, prevenir que curar.
No quiero terminar sin hacer un reconocimiento y un homenaje público a todos los profesionales sanitarios que trabajan en el ámbito de la oncología, así como a las asociaciones de pacientes y a las asociaciones provinciales de lucha contra el cáncer.