Félix Ruiz Gómez (Izquierda Unida de Illescas)
Con su Alcalde a la cabeza, el Ayuntamiento de Illescas está tramitando la recalificación de casi 4,5 millones de metros cuadrados de suelo, recalificaciones que han sido propuestas no por el Ayuntamiento sino por promotores particulares (eso es lo que dice el anuncio del Diario Oficial), recalificaciones de suelo que implican un cambio total y absoluto de los criterios urbanísticos marcados por las Normas Urbanisticas vigentes en Illescas, sin esperar al nuevo Plan de Ordenación Territorial que se está redactando pero con el compromiso ya dado a los promotores de que sus propuestas serán recogidas en el nuevo Plan.
Esto es, el mundo al revés, los promotores inmobiliarios, que esperan lucrarse y obtener grandes beneficios, mediante sus propuestas PLANIFICAN, y el Ayuntamiento tramita sus planes que tienen como objeto permitir la construcción de mas 20.000 viviendas, en un municipio como Illescas donde actualmente hay aproximadamente unas de 5.000 viviendas.
Estas recalificaciones implican un cambio brutal de la fisonomía de Illescas y de su término municipal, con peligro real de convertirse en una ciudad dormitorio. Actuaciones urbanísticas llevadas en los últimos años apuntan el modelo urbanístico de Illescas: Se ha permitido con total impunidad la urbanización de bienes de dominio publico declarados “no urbanizables especialmente protegido” como son las vías pecuarias, se han cortado con impunidad caminos públicos como el Camino del Boquerón y el Camino de Casarrubuelos, se destruye patrimonio histórico local como ha ocurrido con el desaparecido “Puente Matajudios”, se proyectan PAU’s con alta densidad residencial y con condiciones de urbanización precarias en cuanto a la anchura de calles, zonas verdes y equipamientos públicos…. todo ello con el fin de obtener una mayor edificabilidad y un mayor aprovechamiento lucrativo.
Ahora se proponen eliminar la protección de suelo rústico actualmente protegido por su valor ecológico al este del ferrocarril, y dado que parece que ninguna autoridad ni local ni autonómica se plantea límites al crecimiento urbanístico depredador del territorio que se está facilitando, no es descabellado pensar que en un futuro no muy lejano pudiera darse la urbanización total del término municipal.
Con las actuaciones ahora anunciadas en Illescas, no se aplican criterios sociales en la construcción de vivienda para que los ciudadanos puedan acceder a una vivienda cuyo precio final esté en relación con sus costes reales de construcción y sea asequible a los salarios medios. Lo único que se está garantizando es el beneficio de los promotores, con un crecimiento forzado de la población, que vendrá mayoritariamente del sur de Madrid, quienes tendrán que seguir yendo a trabajar a decenas de kilómetros, con lo que se está promoviendo desplazamientos masivos, mayor tráfico de vehículos, mas contaminación, menos protocolo de kioto, peor calidad de vida para los ciudadanos que vivirán a decenas de kilómetros de su trabajo y tendrán que invertir mucho mas tiempo, algunos varias horas, en sus desplazamientos diarios…
El caso de Illescas es muy similar en toda la comarca de La Sagra; todo parece indicar que la Junta de Comunidades y su Consejería de vivienda y urbanismo y el Ayuntamiento de Illescas basan toda su política en la acción bienintencionada de los constructores bienhechores en los que parece que tanto el Consejero Sr. Alejandro Gil como el Alcalde Sr. José Manuel Tofiño confían ciegamente. En mi opinión se está amparando y favoreciendo la especulación urbanística y una actividad depredadora sobre el territorio en la comarca de La Sagra, cuyos promotores se están aprovechando y beneficiando del caos que en materia urbanística y de vivienda ya impera en la vecina Madrid, donde a causa de esta misma política urbanística los precios de la vivienda son ya inaccesibles para la gran mayoría de los ciudadanos.
Ahora nos anuncian a bombo y platillo un convenio entre el Ministerio de Fomento, la Consejería de Urbanismo y el Ayuntamiento de Illescas para soterrar tres kilómetros de vía férrea a su paso por Illescas, con la excusa de la degradación del territorio y del peligro de la vía. Desde mi punto de vista, la degradación del territorio viene provocada por el urbanismo desenfrenado que se está imponiendo en los pueblos de la La Sagra, con Illescas como estandarte, y en cuanto al peligro de la vía del ferrocarril aludido, este peligro se está creando al cambiar el criterio ahora existente en las Normas Urbanísticas de Illescas que consideraba desarrollar el crecimiento residencial hacía el Oeste, con la vía del tren como barrera por el
Este, con un desarrollo urbanístico industrial al éste de la vía del tren . Al cambiar este criterio a iniciativa de constructores con grandes intereses en el desarrollo residencial al Este del ferrocarril, es el propio Ayuntamiento quien está convirtiendo la vía del tren en un peligro, pero como además, como desde el punto de vista del interés general municipal no existe necesidad ninguna que justifique la necesidad de promover de forma rápida e intensiva estas mas de 20.000 viviendas, ahora resulta que estas mas de 20.000 viviendas se pretenden justificar para que con parte de sus grandes plusvalías se pueda costear el soterramiento del ferrocarril, que a su vez se va a soterrar para poder hacer las 20.000 viviendas. No se trata de ningún juego de palabras, se trata simplemente de una justificación diabólicamente absurda. Y encima dice el Sr. Alejandro Gil que estas infraestructuras las sufragarán los promotores y que esto es un ejemplo de la política de la Junta. Sólo faltaría que lo pagaran otros y no los promotores que van a hacer el negocio. Los promotores están encantados de sufragar estos gastos si a cambio se reparten los cuatro PAU’s que suman 4,5 millones de metros cuadrados y les permiten construir 20.000 viviendas.
En realidad el convenio para soterrar el ferrocarril, no tiene otra finalidad que la urbanización de mas de 4,5 millones de metros cuadrados, actuación urbanística que no responde a las necesidades generales de Illescas y si al interés de los promotores urbanísticos. Desde luego hay que reconocer que tiene mérito que alguien haya sido capaz de muñir esa fotografía, con el Alcalde de Illescas José Manuel Tofiño, el Consejero de Urbanismo Alejandro Gil y de la Ministra de Fomento Magdalena Alvarez., sonriendo y anunciando el soterramiento de la vía férrea a su paso por Illescas, como algo ansiado por los illescanos desde tiempo inmemorial y que al parecer nos estaba quitando el sueño.
Quienes denunciamos la especulación, nos oponemos a estos planes urbanísticos y defendemos un urbanismo sotenible y respetuoso con el territorio y medio ambiente, somos con frecuencia objeto de todo tipo de ataques y descalificaciones. No nos oponemos al desarrollo urbanístico que los pueblos y la ciudadanía necesitan y demandan. Pero creo que una población como Illescas no tiene ninguna necesidad de construir de forma forzada mas de 20.000 viviendas en pocos años. Este crecimiento es desmesurado, el urbanismo está desbocado forzado por la presión de constructores y promotores que saben del grandísimo volumen de este negocio.
Mediante la recalificación de suelos y adjudicación de PAU’s a los llamados “agentes urbanizadores”, el bastón de mando de los Alcaldes se ha convertido en una varita mágica que mediante la recalificación del suelo multiplica su valor por miles de veces, y mediante la adjudicación de PAU’s a los llamados “agentes urbanizadores”, estos entran a formar parte del selecto Club que controla el mercado inmobiliario. Los constructores y promotores urbanísticos lo saben mejor que nadie y por ello luchan para que la varita mágica de los Alcaldes toque a sus intereses.