José Valverde (Consejero de Educación)
En Castilla-La Mancha venimos trabajando con el propósito de mejorar, curso a curso, la calidad de la educación de nuestros alumnos y alumnas. Nunca, sin embargo, hemos entendido calidad como mero crecimiento. Así, que este nuevo curso comience con más profesorado, más centros, mejores dotaciones, mejores servicios, más medios, más formación y más programas es, además de una muy buena noticia, una condición necesaria para una mayor calidad. Necesaria, sí, pero no suficiente.
Porque calidad, hablando de educación, es además -y en esto creo que coincidimos la Administración, y los docentes, las familias y el alumnado- la mejora de las competencias cognitivas que ayudan a alcanzar el éxito escolar, y la promoción de las actitudes y los valores que se consideran imprescindibles para ser buenos ciudadanos y participar efectivamente en la vida de la comunidad. Pretendemos por eso, también, que esta calidad se mida por el rasero de la equidad, para lograr un sistema educativo del que quede desterrado cualquier atisbo de desigualdad.
La calidad es el eje sobre el que gira la educación, y no sólo tiene repercusiones en lo que aprenden los alumnos, sino también en su manera de aprender y en los beneficios que obtienen de la instrucción que reciben. La búsqueda de medios para lograr que los alumnos obtengan buenos resultados escolares y adquieran valores y competencias que les permitan desempeñar un papel positivo en la sociedad es una cuestión básica en la política educativa de Castilla-La Mancha. Por eso, continuaremos con la evaluación de los centros educativos, iniciada el curso pasado, prestando especial atención al desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizaje que en ellos se realizan y a las competencias básicas que deben alcanzar los alumnos y alumnas.
Este curso, 2005-2006, es una oportunidad para festejar el logro de un empeño colectivo y de un reto que nos propusimos hace cinco años: el haber alcanzado la gratuidad real en todos los niveles de la educación obligatoria con el programa de “Gratuidad de libros de texto”, del que somos pioneros en España y con el que hemos conseguido satisfacer un derecho ciudadano y facilitar un alivio económico para las familias, además de educar a los alumnos y alumnas en la valoración y el cuidado del libro.
Es justo reconocer hoy una vez más el esfuerzo del profesorado y el empeño de las familias en hacer realidad ese sueño. Y debo agradecer, muy especialmente, la excelente colaboración que han prestado los docentes y los libreros de la región para el buen desarrollo de este programa y la confianza que permanentemente depositan en el Gobierno de nuestra Comunidad.
Así mismo, podemos definir el presente curso como el de la Orientación, porque hemos dotado a todos los centros de Educación Primaria de un recurso de apoyo especializado para que, en colaboración con el profesorado y el conjunto de la comunidad educativa, trabaje en facilitar la mejor respuesta para que todos y cada uno de los escolares desarrollen plenamente sus capacidades.
Iniciamos durante este curso, con prudencia pero sistemáticamente, el Plan de Lectura que llevaremos a cabo de manera generalizada en los próximos años. Estamos convencidos de que hoy es más necesario que nunca que la escuela establezca como uno de sus fines primordiales el formar lectores competentes, que sean capaces de adoptar actitudes reflexivas y críticas ante los medios de transmisión y difusión de la cultura escrita, y en despertar el interés por la lectura como medio cultural, creativo y de placer para el tiempo de ocio. La afición a leer y el necesario hábito para llevar a cabo su práctica también se aprende. Por eso hemos iniciado el Plan en noventa y nueve centros, lo que va a suponer un cúmulo de experiencias positivas de extraordinario valor.
La educación, así como nuestra región, se sustenta en un buen presente, pero aspira a un futuro mejor. Afortunadamente podemos hablar de que este año es en el que más profesores nuevos se han incorporado al sistema, en el que hay más centros y el del mayor número de alumnos y alumnas escolarizados de toda la historia de Castilla-La Mancha. Y que este curso, también más que nunca, debe seguir avanzando en los valores de la solidaridad y la interculturalidad, pues hasta nuestras aulas siguen llegando personas de múltiples países, lenguas y culturas.
Sabemos que el mundo está lleno de oportunidades y que la educación es el mejor camino para alcanzarlas con éxito; por eso vamos a seguir trabajando, confiando en la excelente profesionalidad del profesorado y en el apoyo de las familias, para lograr que los alumnos y alumnas consigan el éxito escolar y para ayudarles a crecer en la libertad y la responsabilidad, para su progreso personal y para bien de Castilla-La Mancha.