Rosario Arévalo (Consejera de Medio Ambiente)
Un informe de las Naciones Unidas estima que las zonas de bosque, que actualmente cubren un tercio del continente europeo, crecerán un 5% en los próximos quince años.
Una noticia alentadora para todas las administraciones públicas que trabajan diariamente a favor de este objetivo, habida cuenta de los informes negativos que habitualmente suelen aparecer en la prensa diariamente y que nos advierten como la mitad de los bosques mundiales han desaparecido y las áreas forestales con mayor diversidad biológica están en peligro.
Lejos de actitudes conformistas o positivamente sensacionalistas, este informe supone un auténtico respaldo a la labor de miles de profesionales que, tanto desde las instituciones públicas como privadas, dedican sus esfuerzos a hacer cada día más sostenible la gestión forestal.
Pero esto no quita para que sigamos avanzado en términos de creación de una cultura forestal con la implicación de todos los ciudadanos del mundo rural y de la sociedad en su conjunto.
Hace escasamente un mes entraba en vigor el Protocolo de Kyoto y se hacía público un informe de los expertos españoles sobre las consecuencias del cambio climático en España. Tanto uno como otro documento consideran que la política forestal es una de las armas más eficientes para lograr los objetivos marcados en este importante compromiso internacional.
En Castilla-La Mancha nuestra prioridad es la aprobación de la ley regional de montes y ecosistemas forestales y seguir avanzando en la promoción de una conciencia colectiva para el manejo sostenible de nuestros bosques.
El Día Forestal Mundial, que desde hace 34 años se viene conmemorando por iniciativa de la Naciones Unidas cada 21 de marzo, es algo más que una fecha meramente anecdótica que coincide con el principio de la primavera en el hemisferio norte, y del otoño en el hemisferio sur.
El Día Forestal Mundial, o Día del Árbol como en algunos lugares se le reconoce, es un día para que todos los ciudadanos nos acordemos, al menos una vez al año, del papel tan determinante que representan nuestros amigos los árboles.
Desde hace cientos de años mantenemos una actitud poco respetuosa con los bosques que no tiene ningún sentido y que es preciso frenar porque, por una vez, parece que hemos llegado a tiempo para darnos cuenta que los árboles son nuestros mejores aliados.
El monte mediterráneo, uno de los más ricos a escala global, caracteriza el medio natural de Castilla-La Mancha. Sus especiales características inducen una gestión específica que permita revalorizar su multifuncionalidad: conservar la diversidad biológica, regular el ciclo del agua, mantener el paisaje y la productividad del suelo, fijación del carbono atmosférico, mitigación de los efectos extremos del clima, asentar y fijar la población, recreo y satisfacción del ocio, usos educativos y culturales, producción de bienes y servicios y abastecimiento de materias primas a la industria y al consumo
Para proteger nuestros bosques es preciso considerarlos como parte de nuestro patrimonio natural, cultural y social, desarrollando políticas de revalorización y de fomento de los usos sostenibles, incrementando el número de empleos asociados a la gestión de los recursos forestales que impliquen una defensa efectiva estas áreas por parte de toda la población, a través de la consideración de los usos y beneficios múltiples que las zonas forestales nos ofrecen.
Como dijo Frank Fraser Darling: “El hombre se ha separado del bosque y, sin embargo, continúa siendo parte importante de nosotros”.