Juan Pablo Marciel (Presidente de la Federación de Asociaciones de Jóvenes Empresarios de Castilla-La Mancha)
Se palpa en el ambiente que éste va a ser un año importante y próspero para nuestra región. Y no sólo por celebrarse, especialmente aquí, el IV Centenario del Quijote, sino por estar en una coyuntura económica favorable a la inversión, a la creación de nuevos proyectos y a la generación de empleo. Bienvenido 2005 a Castilla-La Mancha, una tierra próspera, abierta, solidaria y preñada de futuro.
Estamos donde estamos, en el cruce de caminos de la España centro-sur, lindantes con Andalucía, Extremadura, Comunidad Valenciana, Murcia, Madrid, Aragón y Castilla y León, en donde vivimos menos de dos millones de personas, distribuidos en unos 80.000 kilómetros cuadrados.
Castilla-La Mancha es hoy una moderna región de la España moderna, a pesar de las desigualdades y las carencias existentes, en donde el nivel de vida, en términos generales, es alto y en donde el futuro inmediato va a ser mejor gracias al esfuerzo inversor, a los grandes proyectos en marcha y los que están previstos, así como al trabajo y la ilusión de las nuevas generaciones de castellano-manchegos.
Toledo y Guadalajara están beneficiándose muy directamente del “efecto-frontera”con Madrid, que se palpa especialmente en el Corredor del Henares y en los proyectos urbanísticos vinculados al AVE en la capital alcarreña y también de forma importante , aunque en menor medida, en el Corredor de La Sagra toledana.
Una región “Objetivo 1” como Castilla-La Mancha, receptora neta de fondos comunitarios desde hace casi dos décadas, se ha transformado en estos años desde una sociedad agraria a otra de servicios, sector que acapara el 55% de los empleos, seguido del 18% de la industria y del 14% de la construcción, según el último Anuario Estadístico.
Cierto que seguimos estando entre las regiones españolas menos desarrolladas, que nuestras infraestructuras dejan aun mucho que desear, que no hemos creado una red regional “propia” de comunicaciones terrestres modernas., que echamos en falta quienes hacemos muchos kilómetros por la región y que también estamos a la cola en el grado de incorporación a la sociedad del conocimiento, pero se palpa en el ambiente un enorme deseo de hacer avanzar nuestro retraso histórico para equipararnos a las regiones más modernas de España.
Los últimos datos conocidos de creación de empresas en la región apuntan un horizonte de esperanza ante la fuerte pujanza empresarial, como los datos de matriculaciones de vehículos o de producción industrial.
2005 va a ser un año importante para Castilla-La Mancha en su conjunto y para cada una de las provincias que la conforman. Celebramos el IV Centenario de la publicación del Quijote y esta efemérides, nacional pero especialmente sentida en nuestra tierra, debe ser aprovechada por toda la sociedad castellano-manchega para impulsar nuestra región a mayores cotas de desarrollo.
Los empresarios, los jóvenes empresarios de Castilla-La Mancha, queremos sumarnos a este importante acontecimiento del 2005, que debe ir más allá en el tiempo y convertirse en un trampolín para dar a conocer más y mejor nuestra región en el resto de España y en el mundo. Esta efemérides representa un cúmulo de oportunidades de negocios para los emprendedores de Castilla-La Mancha.
Nuestra región tiene excelentes instalaciones para acoger a miles de visitantes y sorprenderles con nuestra historia, arte, gastronomía, paisajes y paisanajes y especialmente con el carácter acogedor de sus gentes.
Castilla-La Mancha tiene ante sí un inmediato futuro de prosperidad ligado a las nuevas y bien formadas generaciones de jóvenes, que ya se han incorporado o lo están haciendo, al mercado laboral y a la vida de nuestra región.
Los jóvenes empresarios castellano-manchegos vamos a seguir dando lo mejor de nosotros en beneficio de nuestra sociedad.