Tomás Mañas (Consejero de Bienestar Social)
La práctica, cada día más habitual, de dedicar fechas concretas del calendario a causas o colectivos determinados, con el fin de sensibilizar a los ciudadanos adquiere un especial significado cuando hablamos de las personas mayores y, más concretamente, de la jornada que celebramos el 1 de octubre.
Por eso, aunque sinceramente creo que todas estas conmemoraciones son muy loables y necesarias, el día que todos los años dedicamos a las personas mayores es el único del que participa todo el mundo, porque ¿quién no tiene o ha tenido una persona mayor en su familia?
Creo que casi todos hemos disfrutado de la compañía, la dedicación y el cariño inmenso de un abuelo y los que, por desgracia, no los han conocido han añorado esos sentimientos. Todos nos hemos beneficiado de la experiencia acumulada por una persona mayor que, en muchos casos, nos ha abierto caminos para llegar a ser lo que somos.
El día 1 de octubre, el Día Internacional de las Personas Mayores, debe ser por tanto una ocasión más, de todas las que se presentan a lo largo del año, para agradecer a las personas mayores su dedicación, su trabajo y su sacrificio por habernos dejado un mundo mejor, una Castilla-La Mancha más moderna, avanzada y solidaria de la que ellos heredaron.
Una herencia que lejos de limitarse a los aspectos meramente materiales de riqueza y desarrollo, adquiere su plenitud en una serie de valores como la solidaridad, el esfuerzo y el sacrificio que hemos recibido de nuestros mayores y que suponen el mejor activo que una sociedad puede tener.
Sin embargo, no es justo tampoco hablar de las personas mayores en pasado, como si su aportación a la sociedad hubiese acabado ya. Nada más lejos de la realidad. Los mayores es uno de los colectivos más dinámicos y activos de Castilla-La Mancha, y se han convertido en uno de los pilares fundamentales de acción social.
Hace escasamente una semana, el presidente José María Barreda asistió al XXIII Encuentro Regional de Voluntarios de la Unión Democrática de Pensionistas. Una jornada en la que todos pudimos ver cómo las personas mayores se han convertido en un referente imprescindible del voluntariado, de la solidaridad con los demás.
Ellos nos demuestran día a día que siguen trabajando y preocupándose por todos nosotros, por eso es justo que el resto de la sociedad les mostremos nuestro cariño y comprensión, luchando para ofrecerles un presente de bienestar y tranquilidad, tan duramente ganado.
Desde aquí quiero felicitar a todas las personas mayores de la región, asegurándoles que desde mi responsabilidad como consejero, como miembro de un Gobierno solidario como es el de Castilla-La Mancha y, sobre todo, como persona, trabajaré para seguir ofreciéndoles las mayores cotas de bienestar y servicios posible.
Pero no puedo finalizar estas líneas sin deciros, desde lo más profundo de mi corazón: GRACIAS, MUCHAS GRACIAS por todo lo que sois, lo que nos habéis dejado y lo que día a día nos ofrecéis.