Queremos saber la verdad

Felipe Medina Santos

   Que el Partido Popular vaya predicando por las esquinas “que no se mire más hacia atrás sino hacia el futuro”, causaría risa si no es porque hemos estado ocho años soportando un gobierno que elevó el retrovisor a los altares de la política. Siguen convencidos que el pueblo español no tenía motivos para barrerles del escenario político español.

   Según ellos, han sido 8 años de los que todos los españoles deberían estar orgullosos aunque no fuesen votantes del PP. Llevar las cuentas del Estado a tener superávit mientras se equivocaba la decisión tomada sobre el Prestige, se estrellaba el avión más barato que habíamos encontrado en el mercado para nuestros soldados, se tragaba millones de euros la construcción del AVE Madrid-Lleida por no respetar los estudios geológicos, se estrellaban frontalmente trenes en Albacete porque hacía dos años que no se daba el dinero para un sistema de señalización adecuado, se rompían los lazos con Francia y Alemania y se daba la espalda a la Europa que nos ayudó a salir del subdesarrollo para aliarnos con el belicista sindicato petrolero-armamentista de Texas.!

   Esa gente de la calle Génova no se interesa por lo que sucedía antes del 11 de marzo porque saben –y el propio Aznar lo ha reconocido—que descuidaron la seguridad en lo que respeta al terrorismo islámico. Nos hicieron creer que el entrar en guerra al lado de los Estados Unidos y Gran Bretaña, era la protección ideal para nuestro país. Ningún mal podía producirse en semejante compañía. ¿Para qué gastar más en nuestras fuerzas de seguridad? ¿Para qué hacer caso al CNI si tenemos la CIA que nos ayuda? Como todo el mundo sabe, no ha habido un atentado de Atocha en Francia o en Alemania y si lo ha habido en España, con 192 muertos. El atentado de Casablanca se disimuló con esa inteligente falacia de Ana Palacio de considerar que La Casa de España era solo un restaurante donde se sirve tortilla. ¡Inefable señora Ministra!

   Pero no terminaban las razones para que el PP perdiese las elecciones. El giro dado a nuestras relaciones con Maruecos, el ridículo que hizo nuestro Ejército atacándose a media docena de gendarmes marroquíes en la isla de Perejil (Laia), y el encargarnos de presionar, a petición de Bush, a los presidentes Vicente Fox de México y Ricardo Lagos de Chile para que votasen en el Consejo de Seguridad la guerra contra Sadam Huseín. Como era de esperar, los tiempos del Imperio español habían pasado y ambos dirigentes votaron la sensatez que coincidía con la voluntad de sus pueblos y, no se olvide, del 90% del pueblo español, incluidos muchos votantes del PP. Todo ese cúmulo de errores y torpezas, no parece tal para el Partido Popular. Y quieren empezar la reconquista del poder dejando bien claro que la gota de agua que colmó el vaso, las tergiversaciones de Ángel Acebes dando cuenta de los acontecimientos del 11 al 14 de Marzo, fueron la pura verdad y que una mano negra llamada Alfredo Pérez Rubalcaba, con un simple teléfono móvil, derribó a los legítimos dueños del poder que, como todo el mundo sabe, son las derechas españolas más arcaicas. ¡Si por lo menos lo hubiesen hecho los socialistas a la manera de Esperanza Aguirre en Madrid! ¡Pero con un móvil!

   Si el PP quiere saber lo sucedido entre el 11 y el 14, los demás queremos saber otras cosas. Por ejemplo, ¿por qué nadie se preocupó de preparar al país ante la posibilidad de ataques desde el momento en que Aznar se ponía del lado de la guerra de Bush? Se adoptaba la teoría ilegal de la guerra preventiva y no se prevenía al país frente al casi seguro zarpazo de los islamistas como respuesta a la traición de un país considerado amigo de los árabes hasta entonces. ¿Cuales fueron las señales de alerta del CNI y de los servicios secretos de países amigos que no fueron tenidas en cuenta? ¿Por qué, después de Casablanca, no se aumentaron los servicios policiales destinados al terrorismo islamista? ¿Por qué el señor Aznar reúne un grupo de profesionales de la comunicación en lugar del Gabinete de Crisis.En la composición de aquella reunión se vio qué era lo que preocupaba al PP: la repercusión que aquello iba a tener en las elecciones del 14. Un Gabinete de Crisis hubiese sido más adecuado para la circunstancia.

   El carpetazo a las conclusiones de la Comisión es un engaño a la ciudadanía y el PSOE puede estar seguro que con eso no disminuirá la agresividad de un partido que no quiere hacer examen de conciencia. Se ha visto con los resultados de la investigación que hicieron los forenses en Trebisonda (Turquía). En lugar de pedir perdón y deshacerse del incompetente señor Trillo, el que tiraba euros a los periodistas que le preguntaban por el asunto, reclaman a los socialistas que dejen los muertos en paz cuando son ellos los que, por sus prisas en terminar con unos molestos funerales, impusieron a los médicos militares españoles, un plazo ridículo para desarrollar su importante tarea. Sostuvieron que los aviones de la ex URSS alquilados para el transporte de tropas españolas, nunca sufrieron accidentes y no era verdad. Tuvieron 7 accidentes. Dijeron que en 44 vuelos ningún militar español se había quejado de los aviones y es falso porque hubo 12 denuncias, algunas de altos mandos. Las cuatro subcontrataciones que se produjeron, rebajaron el seguro por pasajero de 75.000 dólares hasta los 20.000 del seguro obligatorio. Todo esto debe de quedar reflejado en el informe multipartidista que debe surgir de la Comisión Parlamentaria.

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