Fallece Manuel Martín Marquino, el gran benefactor de la Cooperativa y Colegio Santa Bárbara de Puertollano

Comunicado de la comunidad educativa del Colegio Santa Bárbara de Puertollano.– Con profundo pesar comunicamos el fallecimiento de D. Manuel Martín Marquino, reconocido por su inmensa generosidad y altruismo.

D. Manuel nació el 8 de enero de 1933 en Pozoblanco (Córdoba). Era el mayor de tres hermanos y cuando tenía 18 años trasladaron a su padre,  jefe de estación, a Ojailén y por ello la familia cambió su lugar de residencia.

Estudió Magisterio e impartía clases particulares en su casa hasta que empezó a trabajar en la antigua “Calvo Sotelo”. Cuando la empresa se dividió en Enfersa y Empetrol, trabajó en la primera como jefe de personal.

Allí conoció a su mujer, Mª del Carmen Amador González, con la que fundó en 1996 su gran obra, un sueño hecho realidad, la Fundación MARTÍNAMADOR, con el principal fin de ayudar a los demás, en este caso a niños/as y profesores/as del CE Santa Bárbara de Puertollano, dotándolo de instalaciones y sufragando otras actividades de apoyo.

Pero su labor comenzaría mucho antes con la creación en 1950 de la Cooperativa de Viviendas Santa Bárbara, de la cual fue presidente,  y la posterior creación del centro Santa Bárbara  en 1964. También transformó esta Cooperativa de Viviendas en  una Cooperativa de Enseñanza con lo que le dio la oportunidad a los profesores/as de ser parte de ella  y de esa manera, junto al apoyo de la Fundación, contribuir a la continuidad del centro.

En 2005, lamentablemente fallece la cofundadora y D. Manuel asume la continuidad de la labor de la Fundación, puesto que era el proyecto del matrimonio y el deseo de su mujer. Él no ha recibido ninguna subvención, no depende de ninguna entidad bancaria, de ninguna empresa, de ninguna institución…Todo el dinero ha sido aportado por el rendimiento del trabajo en Enfersa (hoy Fertiberia) del matrimonio Martín Amador.

Hasta el día de hoy, el cofundador ha seguido al frente de la Fundación con el apoyo del Patronato que está formado por un grupo de diez personas que la dirigen.

Su compromiso con la causa y su incansable labor en favor de este centro, deja una huella imborrable en la comunidad educativa.

Su bondad y dedicación son ejemplos a seguir para todos los que hemos tenido el privilegio de conocerlo.

Hoy lamentamos profundamente su partida, pero siempre recordaremos con gratitud su invaluable legado de solidaridad y empatía.

Descansa en paz, Manolo. Gracias por tanto como nos has dado. Te llevas nuestro cariño y nuestra admiración. Tu luz seguirá iluminando los corazones de quienes continuaremos tu obra en beneficio de los demás.

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