Eusebio Gª del Castillo Jerez.–Un santuario es un espacio que ofrece «cobijo, cuidados y protección» a animales rescatados, que bien han sido abandonados o maltratados, y generalmente enfermos. La Frontera es el primer proyecto de este tipo en Castilla-La Mancha y Ciudad Real, aunque existen muchos otros a lo largo y ancho de la geografía española.
Los santuarios guardan ciertas similitudes con los refugios, pero no son lo mismo, explica Luis Zamarreño, uno de los voluntarios de La Frontera. Lo más obvio es que su misión no es acoger perros y gatos, como hacen las protectoras, sino principalmente animales de granja. En ese sentido comenta que, actualmente, moran en La Frontera conejos, corderos, cerdos y palomas. Otra diferencia importante radica en que los santuarios no promueven la adopción de animales. Una vez que son acogidos el objetivo es que permanezcan allí «para que puedan disfrutar de una existencia lo más natural posible».
La alimentación y los cuidados de estos animales se financian a través de donaciones privadas. En la página de Facebook de La Frontera se ofrece información sobre cómo colaborar con su proyecto. Básicamente por medio de Teaming, transferencia bancaria o donaciones vía Paypal.
Por el momento no desean que se conozca la ubicación del santuario, pues temen que una iniciativa como la suya genere rechazo en algún colectivo. Por tanto, no es un espacio que pueda ser visitado, aunque, de cara al futuro, quizá barajen incorporar la perspectiva educativa al proyecto.
Actualmente forman parte de La Frontera una decena de personas. El coordinador, Francisco Lucerón, fue el promotor de esta iniciativa, y quiso implantarla en Ciudad Real después de colaborar en otros centros como voluntario.
Cierra la veda
Esta mañana, La Frontera ha organizado en la casa del Parque de Gasset una jornada en apoyo «a las víctimas de la caza». Por la mañana se ha instalado un mercadillo solidario en el que han participado otros colectivos: Gatómicas y Arañazos. A las 14:00 horas se ha ofrecido una comida vegetariana y a continuación se ha proyectado el documental ‘Febrero, el miedo de los galgos’. La jornada se ha cerrado con un debate entre cafés y bizcochos.
El veganismo y el animalismo son idearios nobles y razonablees que, desde una comprensión sincera y radical de la Justicia, promueven el derecho de todos los seres vivos a ser respetados.
Sin embargo, creo que olvidan que no todos los animales tienen una capacidad de sentir homogénea.
Uno de los alimentos más consumidos por los veganos para suplir su ración diaria de proteínas, que difícilmente se encuentran en los vegetales, es la soja. El problema es que la soja consume muchos nutrientes del suelo y, tras su plantación, éste queda inutilizado durante algún tiempo, obligando a talar nuevos bosques para plantar nuevas cosechas.
¿Acaso el auge del consumo de soja no va en contra no sólo del medio ambiente sino de la vida de muchos de los animales que vivían en esos bosques? ¿No deberíamos ser responsables, también, a la hora consumir vegetales?
Además, no olvidemos que el veganismo tiene claros vínculos cognitivos con el anarquismo.
En definitiva, la «política del estilo de vida» está diseñada precisamente para no desmantelar las estructuras de gran poder contra las que, engañándonos a nosotros mismos, creemos estar luchando…
Muy mal equiparar animalistas a anarquistas, muy mal hecho y además incierto de todo punto.
Por lo demás tienes proteinas en todos los cereales y le gumbres sobre todo integrales: altramuces, avena, maiz, arroz, trigo, lentejas, quinoa, amaranto etc…y hay quien come huevos y pescado y solo dejan de comer carne. Ademas tienen la ventaja de que no aportan grasas saturadas ni colesterol, y si aportan vitaminas, fibra y minerales
Muchos jòvenes veganos y liberacionistas animales estàn siendo influenciados por el anarquismo y su tradiciòn…y viceversa…
Hablando «ex cathedra» como el Papa? Lo que me faltaba por ver
Sr. «Imogen», no soy pastor ni maestro de nadie y, mucho menos, infalible.
No voy a profundizar en el tema aunque le indico que, en los círculos anarquistas, este asunto todavía sigue siendo polémico.
Es evidente que quien es vegan@ tiene cierta sensibilidad y amor por la libertad que hace que se preocupe por la libertad y el bienestar de los demás y sea más consciente del sufrimiento ajeno y por ello hay más posibilidad de encontrar vegan@s en movimientos anarquistas.
Además l@s anarquistas siempre se distinguieron por el amor y respeto por la naturaleza.
Por tanto, en cuanto a la relación, haberla hayla…
O cómo confundir «el culo con las témporas».
No hay ninguna confusión…
Charles, yo en esto estoy contigo. Hay una relación cada vez más estrecha entre este tipo de «sobreprotección de animales para alimentación» y posiciones cada vez más radicales.
Uno no es amante de los toros, ni quiere el maltrato animal para ningún bicho, pero hay que dar de comer a mucha gente, y los cambios en la alimentación vendrán con el tiempo.
Tuiter es buen ejemplo de lo que digo. El mero hecho de querer disfrutar de un filete o una chuleta de un animal sacrificado correctamente, que haya estado en unas instalaciones que cumplan la ley etc etc, no te libra de las iras de algunos que quieren imponer el veganismo. Con comentarios impropios de alguien que va de progresista.
No me gusta ese camino. Las proteínas es verdad que no solo están en la carne, pero no podemos imponer el veganismo, ni que vivamos ya de las algas y los insectos. Todo llegará, pero no a golpes…se trata de una transformación o evolución de algo fundamental en el ser humano: la alimentación.
Eso sí, denunciemos todo tipo de agresiones a los animales o malas condiciones. Eso siempre.
Enteramente de acuerdo…