Eusebio Gª del Castillo Jerez.- El titular de los derechos de propiedad intelectual de la imagen de la Virgen de Alarcos, José Rausell, hijo de José María Rausell, escultor que compartió taller con Francisco Llorens, donde se realizó la escultura de la copatrona de Ciudad Real en la década de los cuarenta, advierte de que no autorizará la anunciada restauración de la talla si no se encarga a profesionales cualificados. Asegura que, si estos trabajos no recaen en las manos adecuadas, el daño que se provoque puede ser irreversible.
José Rausell, también escultor, asevera ser titular de la propiedad intelectual de las obras de su padre. Aunque no conoce de primera mano el informe elaborado por las restauradoras del Diputación Provincial que alerta del delicado estado de conservación de la imagen de la Virgen del Prado, ni responsables municipales se han dirigido a él para comunicarle la intención de restaurar la talla una vez que concluya la Romería que se celebrará este fin de semana, afirma con rotundidad que se opondrá a cualquier actuación que no sea desarrollada por profesionales con la titulación adecuada.
Entre los derechos morales que incluye la propiedad intelectual, está el de exigir el respeto a la integridad de la obra o actuación y la no alteración de la misma.
Su desconfianza proviene de anteriores restauraciones de pasos de la Semana Santa de Ciudad Real tallados por su padre que «han sido estropeados y se han tenido que volver a hacer». Insiste en que hay que «cuidar» la imagen, que la restauración es «muy delicada» y que debe encargarse a una persona cualificada. «Si, por ejemplo, se utiliza una pintura inadecuada pueden fastidiar la escultura para siempre», advierte.
Para estos trabajos sugiere el taller madrileño de los hermanos Cruz Solís, por su experiencia y trayectoria. Escultores que también podrían realizar, añade, si así se determinara, la réplica de la Virgen del Prado para su traslado en romería. Aunque la Hermandad se opone tajantemente a esta opción, Rausell no la descartaría. «Aquí en Valencia se han hecho réplicas para las procesiones», argumenta.
Ante todo, subraya, hay que «cuidar el original». Sobre el estado de conservación de la imagen, le resulta extraño que con la humedad se haya estropeado y que la madera esté cuarteada. «Será cosa de la decoración superior porque mi padre cuidaba la madera muy bien y la escultura está compuesta de piezas encoladas para que tenga más fuerza». Por otro lado, resta importancia a la rotura de algunos dedos el año pasado durante la Romería y se pregunta si el daño, en general, no provendrá de la carcoma. Respecto a la instalación de un sistema de climatización en el camarín de la ermita de Alarcos, opina que mejoraría la conservación de la obra. En cualquier caso, antes de nada, «habría que sanearla si tiene hongos».
Autoría
Preguntado acerca de la autoría de la escultura, ya que su padre compartió taller con Francisco Llorens, comenta que es difícil de determinar. «Si fuera una obra original se podría saber de quién es pero como es copia de la antigua es difícil saberlo». La Virgen del Prado, «seguro», es obra de José María Rausell. «La vi tallarla en el estudio», recuerda. La de Alarcos se realizó a partir de fotos, porque la anterior se destruyó, concluye.
Mi opinión es que la mejor y más acertada opción es la restauración de la actual talla, tras localizar las posibles patologías que pueda presentar la madera con las últimas técnicas como el TAC. De esta forma, con la tecnología del TAC, y gracias a los Rayos X, se pueden localizar los desperfectos en los ensambles, un ataque de insectos xilófagos o microbiológico de hongos en su interior o, incluso, cuántas capas de policromía puede tener una escultura, entre otros. (Bueno, todo depende si la imagen cabe por el aro que tiene el aparato de TC que suele ser de 60 cm de ancho y 1,6 m de largo).
Una vez detectadas las patologías, la restauración debe llevarse a cabo por profesionales de la restauración de arte sacro que dispongan de la suficiente experiencia. (Desde hace unos años, existe en nuestro país una rama específica dentro de la Licenciatura de Bellas Artes, ahora Grado o Máster Oficiales, que contempla estudios especializados de restauración).
Posteriormente, tras la restauración sería oportuno la conservación de la talla en una urna debidamente climatizada en su Ermita.
Mientras tanto, podría realizarse una réplica de la imagen con las características adecuadas para la fiesta católica de la Romería.
El Taller de Restauración de Ntra. Sra. de la Almudena (Madrid) sería una muy buena opción, por ejemplo.
Bien, reitero que esta es mi opinión y que, tal vez, no sea acertada ya que no soy un experto en este asunto.
Pues para no declararte como experto, creo que tu opinión está muy bien fundamentada y aportando datos que permiten contrastarla.
Me gusta leer este tipo de aportaciones. Gracias Charles
Si a la Virgen le pasa algo es por que la han tirado dos veces al suelo las mulas, no hay que darle mas vueltas. Y estoi de acuerdo en que la restaure una persona cualificada, lo que no entiendo es porque se dan cuenta ahora que la Virgen esta agrietada, ya que han tenido un año desde la romeria del año pasado para darse cuenta. Hay el ayuntamiento de Ciudad Real demuestra lo que mira por la Virgen de Alarcos.
Retama lleva toda la razon
Cecilia Giménez Zueco es la persona adecuada para la restauración de la talla.
Creo que no debemos recurrir a aficionados a la pintura ya que podríamos ver cómo la Virgen de Alarcos se convierte en un «icono pop»…
Que la restaure quien quiera, pero que lo pague la Hermandad, que ye esta bien que todos los años tengamos que pagar, entre todos, cinco o seismil euros porque los catolicos hagan el cafre.